En la zona de amortiguamiento de la reserva nacional de Tambopata, Madre de Dios, patrullas combinadas de las fuerzas armadas y de la Policía Nacional desmantelaron seis campamentos de producción minera ilegal, sitios que le representaban grandes ganancias mensuales a mafiosos que no dejaron de operar durante la cuarentena.
La minería ilegal de oro es uno de los mayores verdugos para los recursos naturales y la biodiversidad. El mercurio, metal utilizado para separar la pepa dorada de la roca, envenena ríos, suelos, animales y plantas, y pone en peligro la salud de los habitantes ribereños.
Cálculos de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental revelan que para sacar un solo gramo de oro se necesitan mínimo cuatro personas y una retroexcavadora.
Así, patrullas mixtas de la 6ta brigada de fuerzas especiales y de la Policía, bajo la supervisión de la FEMA incursionaron en los sectores de Balata y Jayave y dieron un duro golpe a los extractores ilegales de oro en esa zona de La Pampa.
Encontraron 4 dragas completas con accesorios, cuatro motores, 4 tracas, 4 tolvas, 195 galones de combustible, 192 metros de alfombra, 266 metros de tubo PVC, una moto lineal, 30 metros de manguera corrugada, 184 cilindros, 450 metros de cables de acero, 8 poleas, 3 balones de gas y otros artículos.
Fuentes oficiales del Ejército revelaron que esta operación se ejecutó respetando estrictamente los protocolos establecidos y en el marco de la ley se procedió a la destrucción del material ilícito incautado.
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