Cerca de un millar de niños se consagró al Divino Niño de Ciudad Eten
Actividad fue por el Día de la Educación Inicial y fotos llegaron de diversas ciudades del Perú y de otros países del mundo.
En el Día de la Educación Inicial y cuando el país vive una emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, cerca de un millar de niños fueron consagrados al Divino Niño del Milagro Eucarístico de Ciudad Eten, provincia de Chiclayo, región Lambayeque.
“Donde hay un niño ya tienes un artista, un músico, un pintor, un chef… porque empiezan a vivir su mundo. Aquí hay muchas autoridades, muchos sacerdotes y religiosas, excelentes matrimonios”, expresó el padre Eleuterio “Lute” Vásquez Gonzales mientras contemplaba el cerca de millar de fotos de pequeños que hoy se consagraron ante el Divino Niño del Milagro.
Las fotos llegaron de diferentes lugares del Perú como Piura, La Libertad, Lima, Callao, Tumbes, Cajamarca, entre otras regiones; así como de Chile, Estados Unidos, México, Ecuador, Venezuela, Francia, Italia y España. Todas fueron colocadas junto a la imagen del Divino Niño hecha en madera que data del año 1929, y que simboliza la aparición divina ocurrida en 1649.
Este acto de consagración se desarrolla físicamente en la parroquia Santa María Magdalena de Ciudad Eten desde el año 2018 y este año se lanzó la invitación para que padres enviaran las fotografías de sus niños y llegaron 669 (358 niños y 311 niñas). Aun así, muchas decenas se quedaron sin imprimir porque llegaron en la madrugada, pero a todos el Padre “Lute” les dio su bendición.
Rezar el Rosario
Durante la homilía, Padre “Lute” refirió: “El que sabe amar y encuentra a un niño, no se resiste. Papás, les suplico que cultiven los aspectos religiosos en los niños; en todo este tiempo de la pandemia, ¡cuántos niños han aprendido a rezar el Rosario! Eso es bueno. Cuando nosotros ya no estemos, ellos rezarán por nosotros. Comprométete con los niños, enseña a los niños, ver el amor en su familia les hace fácil ver el amor de Dios”.
Dejemos –agregó—que los niños nos enseñen porque de ellos aprendemos mucho: su alegría, su sinceridad. El rostro de cada niño es una belleza porque cada pequeño es una obra de Dios.
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Recordemos que con el lema “Todo por amor, nada por la fuerza”, las hermanas Emilia y Victoria Barcia Boniffatti inauguraron el primer Jardín Estatal el 25 de mayo de 1931. Desde esa fecha se celebra el “Día de la Educación Inicial”.
