Desde hace más de dos semanas, alrededor de 170.000 restaurantes iniciaron sus operaciones de venta luego de dos meses de paralización, tras el brote del coronavirus. Luego de que el Ejecutivo aprobara los protocolos sanitarios, los restaurantes comenzaron con la atención a sus clientes en las modalidades de delivery y recojo en local.
Así como algunos comensales aplaudieron los protocolos de salubridad implementados por las marcas, hay otras personas opinan lo contrario. Hace unos días, un ciudadano reportó un gusano en la ensalada de una reconocida pollería y, ahora, una mujer denunció haber encontrado un cabello en la presa de su pedido de la empresa de comida rápida Kentucky Fried Chicken.
“Esta semana, cuando quieras pedir tu pollito de KFC, piénsalo 2 veces ya que no solo te mandan un pollo cocinado con un pelo dentro, sino que también haces tu reclamo y nadie hace nada. No te responden ni te devuelven el dinero. Si así fríen el pollo, no me quiero imaginar lo que será el resto de la limpieza. Las imágenes pueden herir su sensibilidad”, publicó Gisell A. Paul a través de Facebook.
KFC
El Ministerio de Salud (Minsa) aprobó la “Guía técnica para los restaurantes y servicios afines con modalidad de servicio a domicilio”. La guía explica que los restaurantes son responsables de que todas las personas involucradas en el proceso deben llevar protector buco nasal, tener el cabello cubierto y las manos (con o sin guantes) limpias y desinfectadas, así como uñas cortas y limpias, sin heridas infectadas o abiertas.
Además, el restaurante debe garantizar que el personal realice el correcto lavado de manos con agua, jabón o desinfectante (gel, alcohol, otros); y que se mantengan separados por al menos un metro de distancia en la cocina.