José Victor Salcedo
Una semana después de haber hallado y advertido deficiencias en los hospitales del Cusco, la Contraloría volvió a observar esas falencias en el servicio de salud para pacientes con COVID-19 en los hospitales Regional y Contingencia-Antonio Lorena.
Los auditores verificaron que hubo reducción de personal médico y asistencial (médicos, enfermeros y técnicos) en el Regional en un 25%, debido a que son considerados dentro de los grupos de riesgo al virus por edad o alguna patología. Entonces, la capacidad operativa del hospital se redujo al 74.16%.
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Mientras que en el Contingencia la disminución del personal implicó bajar la capacidad operativa del nosocomio en un 32%. Y es que casi un tercio del personal dejó de trabajar porque pertenece a los grupos de riesgo o vulnerabilidad.
Ambos nosocomios han sido destinados para los trabajos de control integral de contagiados durante la emergencia sanitaria por la pandemia. Aunque los informes -elaborados por los auditores de la Gerencia Regional de Control de Cusco- fueron comunicados al Director Regional de Salud, Darío Navarro, y a los directores de los nosocomios, Félix Hidalgo y Grimaldo Gutiérrez (que ya renunció), hasta ahora las observaciones no han sido subsanadas.
“No han enviado su plan de acción donde deben informar las labores que realizan para levantar las observaciones”, dijo una fuente de Contraloría.
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Además de reducción de la capacidad de los hospitales, Contraloría observó que para el nivel de los nosocomios falta equipamiento biomédico completo y Equipos de Protección Personal (EPP).
Esto último podría explicar el contagio masivo ocurrido hace casi dos semanas en el Hospital Regional, donde 121 servidores y algunos pacientes fueron contagiados con el coronavirus. Al respecto, el director de la Diresa, Darío Navarro, dijo que la situación ya había sido controlado, aunque los servidores sostienen que el riesgo de contraer el virus persiste.
Contraloría entregó el informe de visita de control N° 2888 acerca del servicio del Regional. Entre los hallazgos resalta que este no cuenta con las Unidades Productoras de Servicios de Salud (UPSS), Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN) y UPSS Emergencias diferenciada para la atención de pacientes. Estas “deben ser implementadas de manera diferenciada para pacientes COVID-19 a las UPSS con los que cuenta el hospital para la atención regular, generando el riesgo de afectar la atención especializada de pacientes críticos ante la sobredemanda del Hospital de Contingencia”.
Se constató que aún no se tiene el equipamiento biomédico mínimo completo para las áreas de UCI y Emergencia, lo que genera riesgo de afectar la salud de los pacientes. “Inclusive la pérdida de la vida”, advierte Contraloría.v
Mientras que el informe de visita de control 1353, alerta que en el hospital Contingencia-Antonio Lorena se encontró acumulación de residuos sólidos en el almacén final del nosocomio, cercano al área restringida de Cuidados Intensivos para pacientes con COVID-19. No hay condiciones adecuadas de infraestructura para su almacenamiento, hecho que genera el riesgo de afectar la salud de pacientes y trabajadores.
Además, igual que en el Regional, el equipamiento biomédico de las UPSS Emergencia y Cuidados Intensivos no es el mínimo completo y la Sala de Espera diferenciada no cuenta con instrumentos de desinfección (dispensadores de alcohol, lavadero de manos y otros).