Kleber Sánchez
Puno. Los cuatro policías que el último jueves fueron retenidos por ronderos y pobladores de Ituata, provincia de Carabaya, durmieron en un ambiente custodiado por las rondas campesinas. Los agentes son acusados de quitarles S/2 700 a unos jóvenes mineros en la zona de selva.
Al día siguiente los liberaron.
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Los agentes pertenecen a la comisaría PNP de Macusani y al ser retenidos, uno de los uniformados entregó en público una envoltura de plástico con los billetes arrebatados. Trascendió que uno de policías no quiso acceder a la aprehensión y recibió un par de chicotazos.
Se identificó a los policías como el brigadier PNP Tito Urdanivia Guía, S2 PNP José Jiménez Ramos, S3 PNP Jhon Zapana Flores y el S3 PNP Héctor Maquera Maquera. Ellos tripulaban la patrulla de placa KR-10282.
Ayer en horas de la mañana se programó una asamblea popular, y luego de ello los policías tenían que ser entregados a sus superiores, frente a un fiscal.
Como castigo, los ronderos obligaron a los policías a llevar carteles con frases denigrantes alusivas a la falta cometida, entre ellas “Robo al pueblo de Ituata”, “discúlpenme soy asaltante”, entre otras. Este acto público se realizó frente a las instalaciones de la Municipalidad de Ituata y rodeados de pobladores de la zona. Posteriormente, ordenaron a los efectivos a hacer ejercicios físicos
Los ronderos anunciaron que si no realizan sanción administrativa e investigación penal, los comuneros de la provincia de Carabaya no permitirán la presencia policial, ya que además de constantes arrebatos de dinero y oro, también extorsionarían por el paso de combustible.
Pobladores de las localidades de Ituata, Ayapata, Macusani y otras de esta provincia expresaron su malestar por el mal actuar de estos efectivos PNP, sobre todo ahora que se ven amenazados por la propagación del COVID-19 en su región.
Las rondas campesinas se convocaron a una reunión de emergencia para tomar acuerdo respecto a esta irregular acción de las autoridades policiales, en este periodo de cuarentena. No es la primera vez que las rondas campesinas castigan a autoridades.