Un anciano de 87 años falleció con coronavirus en un asilo de Magdalena donde permanecía. Le realizaron dos pruebas rápidas para saber si padecía COVID-19, pero estas resultaron negativas.
Incluso, cuatro días antes de que Antonio muriera, lo sometieron a la prueba serológica, al igual que a todos los adultos mayores alojados en el mismo establecimiento. Se descartó que todos sufrieran esta enfermedad.
“La primera prueba [que le hicieron] fue el 3 de mayo. La segunda fue el 5 de mayo. El 9 de mayo fallece. En ambas pruebas salió negativo”, contó su hija en ATV Noticias.
Ella veía mal a su padre, por lo que llamó a personal de salud del Seguro Social de Salud (Essalud). Le dijeron que el señor podía mejorar o morir. Puso como ejemplo a un anciano del mismo centro de reposo que murió días antes de que su padre enfermara.
“Yo no sabía y aquí me dijeron que eso era algo privado, que no tenían por qué decírmelo”, añadió. Antonio fue trasladado a un centro de salud en una ambulancia, pero ya era muy tarde, sus pulmones habían colapsado.
Está preocupada porque su madre permanece en el mismo local con otros ancianos que pueden estar asintomáticos a la COVID-19.
“Se les explica que, dada la coyuntura actual, el sistema de salud está congestionado y la evolución del paciente no ha sido favorable”, se lee en el documento que el centro de reposo Señor de la Divina Misericordia S.A.C. le otorgó cuando su padre falleció.
Se desconoce si el señor que murió antes de Antonio fue víctima del coronavirus. Su hijo señaló que los dueños del asilo no le alertaron a tiempo el deceso.