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Sociedad

FBC Melgar: Los recuerdos entrañables de Héctor Islas con Juan Máximo Reynoso [FOTOS]

Héctor Islas Mendoza, desde el encierro obligatorio, sigue de cerca el trabajo de los jugadores de Melgar. El asistente técnico recuerda en esta entrevista algunos momentos de su amistad con Juan Reynoso, con quien jugó en el Cruz Azul de su natal México.

Jorge Jiménez

Hay amistades que nacen para ser inmortales por la fuerza de la lealtad y el afecto. Durante el aislamiento social extrañamos un fuerte apretón de manos, un abrazo que haga remecer las costillas y, por qué no, un beso en la mejilla. No se puede hacer más que extrañar a un familiar, a un amigo.

Le pasa a Héctor Islas Mendoza, el asistente del comando técnico del FBC Melgar. Hace más de veinte años mantiene una amistad inquebrantable con Juan Máximo Reynoso, el DT que sacó campeón al equipo arequipeño el 2015.

Mexicano y peruano se conocieron cuando jugaban en el Cruz Azul. “Hicimos clic”, dice el azteca, quien fue alcanzado por Reynoso en el club cementero en 1994. Se desempeñaba en el puesto de volante de marca. En sus mejores épocas se le consideraba un hombre impasable, además explotaba bien su potente remate desde fuera del área. No era muy veloz, pero respetaba la táctica y la técnica para el buen juego, destacaba entre los demás.

Tras su excelente recorrido en Alianza Lima y Universitario, Reynoso había llegado a Centroamérica para jugar como defensa central. Se convirtió en uno de los mejores del continente. Su contrato se dio gracias a una recomendación del técnico Enrique Meza, con quien también forjó lazos fraternos.

Cuando Reynoso dejó Melgar, en 2017, se fue como asistente al Puebla que entrenaba Meza y hoy es la cabeza del comando técnico, Enrique Meza, hijo, lo reemplazó en tienda mistiana.

“Uno congenia con gente decente como él muy rápido. Puedo jactarme de ser amigo de Juan y es agradable porque es un triunfador, es algo que me ha gustado de su persona siempre. Le gusta estar arriba y uno quisiera estar con gente así toda la vida”, resalta Islas.

Asegura que tienen genios parecidos y con un excelente sentido del humor, sobre todo en las reuniones del recuerdo. “Sus carcajadas –dice Islas– hacen que el chiste que él mismo contó sea más divertido”.

La personalidad de Reynoso le permitió adaptarse pronto a su nueva vida. Por supuesto, los amigos como Héctor le enseñaron de su historia, sus costumbres, arte y música. “Por nuestros puestos de juego había siempre comunicación y por eso cada vez nos conocimos más y más. Sin embargo, hoy creo que Juan es más mexicano que nunca porque sabe mucho de nuestro pueblo. Es un méxico-peruano”.

Islas se fue de Cruz Azul dejando a su compañero en la ruta del éxito. Le quedó el sabor amargo de no haber ganado, en 1995, una liguilla por el título ante Necaxa. “Creo que se dieron cuenta que sobraba yo”, bromea, porque el peruano luego se hizo ídolo de Cruz Azul con grandes actuaciones y campeonatos.

Los más recordados: en 1996 ante el Toros Neza y, en 1997, ante León. La camiseta destacada fue la número 4 de Juan. “Yo lloré y festejé como si fuera parte del plantel”, recuerda el mexicano.

Hoy, en plena cuarentena, Héctor Islas está en Arequipa siguiendo de cerca el trabajo de los futbolistas en su casa. Es la mano derecha de Carlos Bustos, es su asistente, su consejero y busca darle el apoyo que necesita en el comando.

Las personas que trabajan con él no han dudado en decir que se divierten con su forma de ser y además aprenden que la disciplina es valiosa. “El profesor es el que más exige a los futbolistas el cumplimiento de los sistemas tácticos. Si hay momento para la broma no lo desperdicia, pero también lo hemos visto serio y molesto cuando hay relajo”, dijo uno de los utileros del club, quien aplaude sus casi cien kilos de puro profesionalismo.

“Las vivencias que hemos tenido nos han marcado, cuando eres leal y honesto puedes llegar a tener una gran amistad, eso es importante que los jóvenes lo sepan hoy. Juan Reynoso es una persona en la que puedes confiar, eso no ha cambiado, ha mejorado con el tiempo”, reflexionó el graduado como entrenador en la Federación Mexicana de Fútbol y con importantes cursos de especialización en Sudamérica.

Para finalizar, analizó el momento en el que su gran amigo estuvo al borde de las lágrimas al recordar, en una entrevista en un medio de Lima, que el momento más duro de su carrera fue la tragedia de Alianza Lima, en 1987, donde sus compañeros perdieron la vida. “Esa situación estuvo en las manos de Dios, seguro que cuando Juan gana algo le pasa ese recuerdo por la cabeza. Que la Virgen de Guadalupe nos ampare a todos”.

Sería el reemplazo idóneo de Gareca

Héctor Islas considera que el trabajo de Juan Reynoso como entrenador del Puebla es muy bueno debido a que la liga mexicana es muy competitiva. Lo ve como serio candidato a dirigir la Selección Peruana. “Hoy todos le agradecemos a Gareca por sus logros. Mañana estoy seguro que Juan puede seguir con la ruta de los triunfos y los mundiales para el Perú”.

Islas jugó también ante otro exentrenador de Melgar (2012), Julio “El Negro” Zamora. “Hay una gran amistad con él y su familia. Me invitó a Rosario y es muy agradable saber que está mejor de salud. Reynoso y Zamora han dejado huella en Melgar y será difícil superarlos”. Zamora clasificó a Melgar a un torneo internacional, Copa Sudamericana, luego de casi 30 años.