Desde el encierro, hallaron la manera de mantenerse seguros frente al avance del nuevo coronavirus. Los internos del penal de Qenccoro en Cusco, fabricaron al menos mil mascarillas para todos ellos. De esta manera buscan reducir el riesgo de contagio al interior de la cárcel.
Fue la directora regional del Instituto Nacional Penitenciario, Eufemia Rodríguez, quien días atrás ordenó que todos los internos y trabajadores del centro penitenciario porten sus respectivos barbijos. El cumplimiento de la disposición es vigilada por el personal de salud y seguridad de la cárcel.
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Al conocerse esta decisión, los internos pusieron sus manos a la obra y comenzaron con la confección de los cubrebocas, que luego entregaron a los 1 138 reos del penal de Qenccoro. Por disposición del área de Trabajo y Comercialización del Penal de Cusco, las mascarillas se distribuyeron sin costo alguno.
En otros centros penitenciarios como el penal de Quillabamba, Cusco Mujeres, Sicuani y los situados en la región de Apurímac y Madre de Dios; se replicará la medida con el objetivo de asegurar la protección de los internos y el personal del Inpe.
Como se sabe, el COVID-19 se ha convertido en un preocupación para las autoridades penitenciarias dado que en varias cárceles del Perú, los presos viven en situación de hacinamiento. Ello haría propicio el contagio de la pandemia. Por tanto, los Juzgados tienen la potestad de cambiar las penas de los reos por omisión de la asistencia familiar, para liberar un poco de espacio en los penales.