La incesante actividad minera ilegal en algunas zonas de La Pampa y los casos recientes de contagios del Covid-19 en Madre de Dios han despertado temores en esa región amazónica debido a la posibilidad de la propagación del nuevo coronavirus en las comunidades indígenas.
Y es que los mineros ilegales realizan sus actividades sin importar fronteras o límites, en un ejercicio en el que se ha comprobado la intervención de sicarios o grupos armados.
Julio Cusurichi, presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), afirmó que la prioridad de las autoridades políticas en relación a las comunidades nativas debe ser mejorar la atención. “Nadie descarta que hay que cuidar los árboles y ríos, también hay que proteger a los hermanos indígenas”, dijo.
El destacado ambientalista, uno de los ganadores del premio ambiental Golman 2007, aseguró que las comunidades están preocupadas por las actividades mineras.
“Nuestros hermanos indígenas tienen derecho a estar protegidos igual que otras comunidades”, manifestó.
“Las comunidades sienten que la reserva comunal no solo es conservación sino beneficio”, añade Walter Quertehuari, presidente de la reserva Amaraekeiri.
Algunas de las poblaciones amenazadas son Diamante Puerto Azul, Boca Ishiriwe, Masenawa y las etnias harakmbuts, yire y machiguenga.
“Lo que queremos lograr es una vida sin coronavirus en nuestras comunidades”, dijo.
Los pueblos nativos no tienen solo la presión de estos sujetos que operan en algunos sectores de La Pampa o del corredor minero, sino también la movilidad de personas extrañas que buscan controlar algunos ríos y el paso de combustible.
La fiscal Karina Garay, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, aseguró que desde que se inició el estado de emergencia se han realizado 45 operativos contra la minería ilegal y explicó que no se ha dejado de trabajar pese al brote del coronavirus en la región.
“Aún hay personas que se resisten a dejar La Pampa, pero vamos a perseguirlos hasta liberar esta zona de la minería ilegal. La Pampa volverá a ser verde”, señaló.
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En efecto, ayer un equipo de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios, en coordinación con la Marina de Guerra y la Policía Nacional, dio un duro golpe a una mafia dedicada a la minería ilegal en el sector de Laberinto.
Se encontró una balsa gringa, 5 balsas carrancheras, 5 motores chinos, un motor Volvo, seis tolvas, un campamento, un motor peque peque, seis tracas, un generador, seis bombas de succión, dos embarcaciones de madera, 100 gramos de mercurio, entre otros materiales destinados a la minería ilegal.
La fiscal Karina Garay precisó que aún hay focos de minería ilegal, pero aseguró que las operaciones no tienen tregua. “Estamos acá para luchar hasta el final, vamos a recuperar La Pampa al cien por ciento”, manifestó. Explicó que en esta lucha es fundamental la labor de la PNP y las FFAA.
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La Defensoría del Pueblo recomendó al gobierno regional de Ucayali adoptar acciones inmediatas para proteger la salud de los miembros de la comunidad shipibokonibo de Puerto Betel, en la provincia de Coronel Portillo, donde hay casos de Covid-19.
Además pidió que se disponga la realización urgente de pruebas de despistaje en la comunidad para determinar el número de afectados.
Solicitó también la asignación de un presupuesto exclusivo para la prevención y atención de casos de Covid-19 en las comunidades indígenas.
Tráfico. La Defensoría del Pueblo también ha advertido un tráfico fluvial intenso en los principales ríos de navegabilidad de la Amazonía, lo que indica un traslado importante de personas sin permiso.