Bertha López, una mujer de 55 años con síntomas de coronavirus, contó que personal del Ministerio de Salud le aseguró que acudirían a su vivienda después de que pidió ayuda, pero no lo hicieron. Tres días después, el viernes 10 de abril, los médicos llegaron solo para atender a su esposo, quien también sufría tos, fiebre y dificultad para respirar.
En ese momento, solo le tomaron la prueba de hisopado a él y, tras confirmarse de que padecía la COVID-19, fue internado en el hospital de la Policía Nacional Augusto B. Leguía el lunes 13 de abril. Pese a ello, Bertha sigue sin ser observada.
“Llamé al 113, me pidieron mis datos completos, me preguntaron por los síntomas, me dijeron que iban a venir, pero no llegaron. Llamé otra vez, me dijeron 48 horas más y tampoco llegaron. Les he dicho sobre mi esposo, pero no vienen. A él le dieron el resultado el 10 de abril”, narró desde su casa ubicada en Chorrillos, donde permanece aislada.
Debido a que sus dos hijos viven lejos del distrito donde ella se encuentra, Bertha recibe medicinas y comida en un plato que le deja una vecina en la ventana de su casa. Ella presenta tos y dolor en la garganta y espalda.
“Siento como si me estuvieran hincando en los pulmones. No tengo sabor del gusto, tampoco huelo nada. He hecho fiebre en estos días. Ahora estoy con diarrea”, describió.