Con escobas, sacos y palanas en mano, cientos de evangélicos liderados por los pastores de sus iglesias, realizaron una campaña de limpieza en los sectores San Juan, Santa Mónica, Colpamayo y Santa Eulalia de la ciudad de Chota, recogiendo más de dos toneladas de residuos sólidos, los cuales fueron depositados en la planta de tratamiento municipal.
En la campaña de limpieza participó el alcalde de Chota, Werner Cabrera Campos, junto a sus regidores y gerentes, quienes junto a los evangélicos limpiaron calles, cunetas y retiraron desmonte para habilitar la transitabilidad vehicular y peatonal en los sectores antes mencionados.
El pastor evangélico Oscar Tapia, quien dio inicio a la campaña de limpieza con una oración por el desarrollo de Chota, invocó a la población chotana a guardar la basura en tachos o bolsas y esperar el paso del carro recolector de residuos sólidos. “Todos tenemos que aprender a vivir como hijos de Dios, cuidando nuestro pueblo para convertirlo en la ciudad más limpia del Perú”, precisó Tapia.
Por su parte el alcalde provincial de Chota Werner Cabrera felicitó y agradeció la iniciativa cívica de los hermanos de las iglesias evangélicas por la jornada de limpieza de la ciudad.
“En el Perú existe cierta discriminación a las iglesias evangélicas, nosotros desde la Municipalidad Provincial de Chota, les reconocemos y apoyamos su trabajo en bien de la población. Valoramos su labor evangelizadora que ayudan a limpiar los males que aqueja nuestra sociedad, ayudan a la gente a enderezar sus caminos de la perdición por el camino de la salvación”, preció el burgomaestre.
Durante la jornada de limpieza, los niños, jóvenes, adultos, hombres y mujeres propusieron realizar jornadas de capacitación a todos los evangélicos y dirigentes sociales para convertirse en agentes vigilantes de la limpieza en sus calles donde viven.
“Si todos los chotanos tuviéramos un poquito de conciencia y cambiáramos nuestra forma de pensar y actuar; estamos seguros, que nadie arrojara la basura a las calles y todos esperamos el carro recolector y tendríamos una ciudad limpia, turística y ordenada”, expresaron los jóvenes evangélicos.