Pese a su pérdida, la familia de una joven de 19 años que acababa de fallecer en Cusco, autorizó la donación de sus órganos. El noble acto permitió que dos pacientes con insuficiencia renal crónica terminal, tengan una nueva oportunidad de vida.
Mirian Mamani de 37 años y Zacarías Quispe de 63, fueron los beneficiarios. Ellos esperaron el trasplante de riñón por cinco años y finalmente, pudieron ser operados el pasado 3 de febrero.
Para Mirian Mamani esto significó volver a nacer, ella había perdido la esperanza, pero la llamada la sorprendió. “No pensé que me iban a llamar, pensé que, de repente iba a morir y fue sorpresivo cuando el doctor me llamó”, señaló muy conmovida.
Zacarías Quispe se mostró muy agradecido y afortunado por recibir esta donación. “Después del proceso de diálisis yo salía descompuesto, sin fuerza y tenía que esperar horas para recuperarme. Estoy contentísimo, cuando llegué me dijeron que me gané la lotería, esto fue mejor que el premio mayor”, manifestó.
El director del Hospital Nacional Adolfo Guevara Velasco, Rubén Nieto Portocarrero, manifestó que 300 pacientes reciben diálisis y la mitad están aptos para recibir una donación y ser intervenidos.
“Todo paciente que termina en diálisis debe tener un trasplante, fácilmente no hay donaciones, muchas veces la familia se niega. Una de las razones es el aspecto religioso, que creen que Dios no los aceptará incompletos, sin órganos”, refirió.