Édgar Jesús Paz Ravines huyó del Perú en el 2004. Él es uno de los dueños de la discoteca Utopía, en la que murieron 29 jóvenes asfixiados y calcinados, en julio del 2002; por ello, a justicia peruana lo sentenció a cuatro años efectivos de cárcel en el 2014, pero su paradero era desconocido.
Posteriormente, se supo que Paz Ravines se hallaba en México, por lo que fue puesto a disposición del Juez Decimoctavo de Procesos Penales Federales de México con fines de extradición judicial.
Actualmente, el juez Alberto Torres Villanueva, del Centro de Justicia Penal Federal de la Ciudad de México, aprobó la extradición del empresario.
Con este paso se cierra el proceso a nivel judicial y ya solo se espera que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador decida si accede a la solicitud presentada por la justicia del Perú.
Édgar Jesús Paz Ravines y Alan Azizallahoff eran los dueños de la discoteca Utopía, que no contaba con las medidas de seguridad básicas contra incendios . A pesar de ello, el barman Roberto Ferreyros inició un incendio al realizar un espectáculo con fuego dentro de las instalaciones.
Aunque el primero huyó a México, fue capturado en noviembre del 2018 por la Interpol, ya que tenía una orden de captura internacional por el delito de homicidio culposo. Luego de 16 años, los familiares de los fallecidos tuvieron acceso a justicia.
Sin embargo, el proceso de extradición se atrasó porque su defensa interpuso un recurso de amparo.
Cuando fue capturado, el padre de una de las víctimas, Leopoldo Caravedo, señaló a La República que la primera sensación que tenía es que “por fin se está haciendo justicia” y recordó que muchos padres murieron esperando que ambos empresarios paguen. “(Paz Ravines) Tendrá que cumplir su condena como cualquier otro y podrá rehacer su vida, pero mi hija no”, dijo.
Actualmente, todo se halla en manos del ejecutivo mexicano.