Después de Mario Vargas Llosa, poseedor del Premio Nobel de Literatura, otro peruano se acerca a lo más alto de la cultura mundial. Raúl Alcántara Castillo estudia en la que es considerada la mejor universidad del mundo, institución que cuenta entre sus docentes con nueve premios Nobel y dos premios Pulitzer, así como otras personalidades del mundo de la investigación.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts de Estados Unidos, le abrió sus puertas y lo becó en el 2018. Ahora espera ganar el premio ‘Nobel de Matemáticas’.
El reto es difícil, pero no imposible. Así lo afirma el estudiante del tercer ciclo del MIT. “Estoy convencido de que los peruanos somos capaces, pero nos faltan oportunidades. Esa es la gran diferencia entre nuestro país y los países desarrollados”, dijo.
Esa inquietud lo ha impulsado a compartir su historia y demostrar que todo es posible cuando uno se lo propone: “No me considero alguien extraordinario. He tenido oportunidades y gente que me ha apoyado en el momento preciso, por eso quiero dar a conocer mi experiencia y motivar a los estudiantes a alcanzar lo que desean y no quedarse en el intento. Ganar el ‘Premio Nobel de Ciencias’ es mi sueño”, agregó.
Raúl (19) ha culminado sus estudios generales y actualmente cursa la especialidad de Ciencias de la Computación. El año pasado formó parte del proyecto de creación de robots para uso en el salón de clases, que este año se probará en colegios de Georgia, EEUU.
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Además, piensa emprender iniciativas para contribuir al acceso de la mayoría de peruanos a una mejor educación y de oportunidades de desarrollo sobre la base de la tecnología.
“Quiero contribuir al desarrollo de mi país, y sé desde mi experiencia que la educación es la base de todo progreso, y si le sumamos tecnología, podemos darle una mejor formación a más personas”, señaló Raúl.
Ha realizado conferencias en nuestro país sobre su proyecto de robótica en el MIT y la matemática en las olimpiadas internacionales, con las cuales busca incentivar a más jóvenes a adentrarse al mundo de la ciencia. Su historia comenzó en su tierra natal, Barranca, donde desde muy pequeño destacó en el área de matemática con la guía de su madre, profesora de esta materia, quien le enseñó las primeras operaciones y le inculcó la pasión por los números.
Después de ganar varios concursos en el norte chico, ingresó al colegio Saco Oliveros, que le otorgó una beca completa con residencia estudiantil. A los doce años, Raúl se trasladó de Barranca a Lima para continuar sus estudios secundarios.
Allí elevó su rendimiento y formó parte de la selección que representa al Perú en olimpiadas de matemática. Con solo catorce años logró el mayor galardón que ostenta en competencias internacionales.