Edwar Quispe
José Sumire Cañari (33) internó a su pareja Geraldín Yancapayo Choque (26) en el hospital Honorio Delgado para el parto de su segunda bebé el lunes último. Ella debía dar a luz por cesárea el lunes o el martes, según sus últimos controles.
Sin embargo, no la atendieron hasta el miércoles y el neonato murió ese día en la mañana, según contó la familia, pero extrañamente recién en la noche confirmaron el deceso. La causa sería asfixia.
El martes en la noche, Geraldín tenía dolores en el vientre y llamó a su pareja por teléfono para contarle. El miércoles volvió a llamarlo y le dijo que el dolor era mayor.
Pese a que la mujer se quejaba, asegura que los galenos no la atendían. Su pareja contó que incluso no sentía que su bebé se moviera, tenía miedo de que algo le haya pasado. Según Cañari, le dijeron a su esposa que no la atendían porque había otras pacientes programadas y debía dilatar, lo que le causó extrañeza porque era por cesárea.
La joven ingresó a cirugía a mediodía. Nadie les dijo nada sobre el bebé. Recién en la noche, cuando el padre acudió a la policía a denunciar el hecho, un médico le confirmó la muerte.
Eloy Soto Gonzales, director médico, indicó que pedirá los informes del personal que la atendió, desde que ingresó al nosocomio, para determinar qué pasó.