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Sociedad

La Libertad: contaminación causada por minera afecta salud de pobladores en Parcoy

Habitantes de este distrito de la provincia de Pataz, acusan a Consorcio Minero Horizonte de contaminar ríos con relaves y afectar el aire con residuos de materiales tóxicos usados para la extracción aurífera.

larepublica.pe
Tubería del consorcio minero Nuevo Horizonte. El distrito de Parcoy, en Pataz, es de los más afectados por los relaves que vierte.

Pobladores del distrito de Parcoy, en la provincia de Pataz, denuncian que la minería no sólo está acabando con los recursos naturales de esta zona de la región La Libertad, sino que viene afectando también su salud, causando graves e irreversibles daños por los que nadie se responsabiliza. Aseguran que el oro, ese metal que tanto ansían los extractores formales e ilegales que operan en este sector, no les deja ningún rédito.

“Desde hace años respiramos el polvo de los relaves y esto nos está provocando enfermedades respiratorias y en la piel, pero quienes más lo sufren son nuestros niños”, afirma el teniente gobernador, Eusebio Mendoza, una de las pocas autoridades de esta zona que se anima a denunciar las secuelas de la extracción de oro, no sólo por mineros ilegales, sino incluso por formales como el Consorcio Minero Horizonte.

Detalle de la tubería que desemboca en la vegetación, contaminando plantas, animales silvestres y el propio suelo.

En un documento presentado ante el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) a fines de octubre, y al que tuvimos acceso, se indica que la minera en mención estaría vertiendo sus relaves de manera irresponsable en las aguas del río Retamas, que recorre el anexo del mismo nombre hasta desembocar en la laguna de Pías, la más importante de este sector.

Pobladores afectados muestran estudio realizado por la Universidad Nacional de Trujillo.

“Antes podíamos pescar en el río y en la laguna, ahora ya no. Los pocos peces que quedan en estas aguas no están aptos para el consumo humano, tienen metales pesados. Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Trujillo en el 2018 así lo demuestra”, explica Mendoza.

Detalle del estudio ambiental realizado en 2018 por la UNT.

Lo más grave de todo, es que dicho consorcio opera de manera formal, con licencia del Estado, desde hace varias décadas. “Lo hace de manera irresponsable y sin ningún tipo de control”, acusan los . En noviembre del 2016, las rondas campesinas de Tayabamba, Chilia, Llacuabamba y Parcoy se unieron para exigir que la OEFA investigue el grave daño ambiental que la minera causaba en la zona.

“Hubo un paro de varios días, que consiguió llamar la atención de las autoridades por un momento, pero después todo quedó en nada. Llevamos años luchando para que se detenga esta depredación de recursos y que el Estado ponga mano firme, porque es la salud de nuestros hijos la que está en juego. Nosotros no nos oponemos a la minería, pero tiene que haber un control adecuado”, agrega Mendoza.

Vista aérea de la zona afectada por la contaminación.

En esta comunidad de la sierra liberteña, lo único que esperan sus pobladores es la presencia del Estado, tanto para fiscalizar como para velar por una actividad minera responsable, que beneficie a todos.