José Víctor Salcedo
La suerte ya está echada. El hotel Sheraton, edificado en pleno corazón del Centro Histórico de Cusco, tendrá que ser demolido. Tres jueces avalaron traerse abajo la obra que en la que, según la empresa inmobiliaria R&G SAC, invirtieron más de US$ 40 millones. Los trabajos de edificación están paralizados desde 2016. Casi había concluido la fase de construcción y estaban por empezar las obras de acabados.
Pero, ¿se demolerá toda la estructura o parte de ella? En su resolución, el juez Wilbert Bustamante del Castillo señala que “en el proceso de desmontaje o demolición que debe efectuarse en la construcción realizada por la empresa inmobiliaria R&G SAC, deberá observarse rigurosamente los parámetros señalados en el Plan Maestro del Centro Histórico del Cusco”.
El Plan Maestro -elaborado en 2005 y actualizado en 2018- solo autoriza edificaciones de dos niveles o 9 metros de altura. Entonces, partiendo de esa precisión, tendrían que ser derruidos todos los pisos que exceden ese parámetro.
R&G SAC construyó siete pisos y dos sótanos. Incluso, algunos sostienen que son más de diez pisos.
La decisión judicial coincide además con dos resoluciones emitidas en 2018 por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (N° 246 y N° 1827) con las que multó a la empresa constructora. En ellas disponen como medida complementaria el desmontaje del área que excede el coeficiente permitido y “consecuentemente adecúe la construcción ejecutada de la obra a los parámetros urbanísticos”.
El edificio, entonces, tendría que ser demolido hasta el segundo piso. Sin embargo, la Sala Civil de la Corte debe precisarlo. La semana pasada, el director de Cultura de Cusco, Fredy Escobar, dijo que el Poder Judicial deberá señalar cómo, en qué tiempo y qué cantidad del edificio debe ser desmontado.
De lo que sí no hay duda es que la edificación se construyó destruyendo bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación. Hay sendos informes de Contraloría, Cultura y del municipio de Cusco que dan cuenta del daño patrimonial.
Lo que está en veremos es la posibilidad de la restitución o reparación de los muros incas y otros bienes dañados durante la edificación del Sheraton. Según la Comisión de Juristas del Cusco, es posible restituir los muros incas. Sin embargo, el juez Bustamante hace notar que el “Informe de Auditoría (de Contraloría) que obra en el expediente, por el contrario, sostiene la existencia de un daño irreparable”.
En ese sentido, dispone que la Dirección de Cultura haga evaluaciones e informes a efectos de determinar la incidencia del daño en los muros prehispánicos existentes antes del inicio de la construcción para “determinar, en ejecución de sentencia, la irreparabilidad o la posibilidad de restauración”.
El fallo judicial que avala la demolición del Sheraton también habilita a la Dirección de Cultura la ejecución del cobro de las multas impuestas a la empresa inmobiliaria R&G SAC, constructora del Sheraton.
En abril pasado, Cultura sancionó con dos multas de 1 000 y 800 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalente a S/ 7 millones 500 mil, a la empresa. Las multas fueron por destruir cuatro muros incas y por el exceso de volumen de edificación.
Este diario buscó la versión de R&G, empero no hubo respuesta.