Ordenan demolición del hotel Sheraton por atentar contra muros incas en Cusco
La Sala Civil admitió la acción de amparo para derruir la edificación de 7 pisos y restituir los andenes prehispánicos dañados. “La sentencia marca un precedente histórico” según el Comité Indio por la Defensa de la Dignidad.
El edificio de 7 pisos y dos sótanos que estaba destinado a convertirse en unos de los hoteles más lujosos de la ciudad del Cusco, será reducido a escombros. El hotel Four Point By Sheraton será demolido para que se restituyan los andenes incas que quedaron destruidos durante sus trabajos de construcción.
Por mayoría, la Sala Civil admitió la acción de amparo interpuesta por la Comisión de Juristas contra la Corrupción y la Defensa Social. De acuerdo a la resolución, la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco debe iniciar con el proceso de demolición del hotel, dado que “altera y destruye en forma continua los muros arqueológicos prehispánicos, e incas existentes violentado los parámetros urbanísticos y distorsiona la armonía y configuración tipológica del Centro Histórico del Cusco".
La noticia fue bien recibida por el Comité Indio por la Defensa de la Dignidad. Mediante un comunicado, expresaron que la sentencia de la Sala Civil “marca un precedente histórico en la defensa del derecho de la población indígena a la preservación de su cultura y golpea a las redes de corrupción existentes en el Ministerio de Cultura."
DECISIÓN
Fue el juez Wilbert Bustamante del Castillo quién emitió el falló para que se restituyan los muros incas dañados durante la edificación del Sheraton. Es el tercero en ser convocado como juez dirimente en la Sala Civil de la Corte Superior del Cusco. Los otros dos magistrados son Franklin Gutiérrez y Dafne Barra Pineda.
Los tres fueron invitados para dirimir, pues en primera instancia los jueces Yuri Pereira Aragón y Margot Delgado consideraron que no era necesaria la demolición del edificio, porque los daños provocados eran irreparables.
Por su parte, los jueces dirimentes Franklin Gutiérrez y Dafne Barra respaldaron la posición de Bustamante al considerar que la destrucción del Sheraton resolvería la demanda por los daños en los andenes prehispánicos. Con sus votos, se logró la resolución para ordenar la destrucción del Sheraton. Esta decisión es inapelable.