La desaparición de Damaris Rojas había sido reportada el 1 de setiembre en Huánuco. Desde entonces su familia y la Policía se entregaron a una búsqueda que ayer dio sus resultados. Por desgracia muy tarde.
Damaris Rojas Suárez se convierte así en una nueva víctima de feminicidio. Su muerte deja en la orfandad a un niño de cuatro años.
Su cuerpo fue hallado ayer en un profundo pozo en la localidad de Colpa Baja.
Desde el primer momento, el principal sospechoso de la desaparición de la joven enfermera era su expareja, el mototaxista Trinit Bautista Rosas.
El sujeto, padre del niño de Damaris, dijo que la joven viajó a Lima. Luego cambió de versión y aseguró que la tenía en su casa. Finalmente, al ser interrogado por la Policía, confesó que la había asesinado por celos y que arrojó el cuerpo a un pozo.
Según la Policía, Damaris salió de la farmacia donde trabajaba, frente al hospital Hermilio Valdizán, la noche del domingo 1 de setiembre. Fue la última vez que la vieron con vida.
Ella había solicitado ayuda en un Centro de Emergencia Mujer porque el año pasado Trinit Bautista intentó matarla a ella y a su niño.