En 2019, la empresaria inmobiliaria Sada Goray Chong compró un terreno en Chilca por US$18.520.000. Pero había un problema. El predio comprendía un área que estaba inscrita a nombre del Estado. Si lo quería revender, necesitaba esclarecer la situación de la propiedad, por lo que, durante el gobierno de Francisco Sagasti, recurrió a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN). La entidad rechazó su pedido de “rectificación”.
Pero fue en el mandato del presidente Pedro Castillo, que integrantes del llamado “gabinete en la sombra” presionaron a los funcionarios de la SBN para que le dieran la razón a Sada Goray. Mientras buscaba la resolución en su favor, el 30 de diciembre vendió 30 hectáreas por US$15.000.000 y el 30 de marzo de 2021 otras 60 hectáreas por US$32.664.295. En ambos casos a Centenario Desarrollo Urbano, por un total de US$47.664.295. Más del doble respecto a lo que pagó, según la base de datos de la Superintendencia de Registros Públicos a la que accedió La República.
Los colaboradores eficaces y testigos protegidos del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder señalan que los miembros del “Gabinete en la sombra”, es decir, los financistas, amigos y paisanos del presidente Castillo, intercedieron repetidamente para que la SBN se pronunciara a favor del reclamo de Sada Goray. ¿El motivo? Goray estaba relacionada presuntamente con un financista de la campaña de Pedro Castillo.
Los colaboradores eficaces y testigos protegidos coinciden en señalar que cuando recibieron presiones de los miembros del “gabinete en la sombra”, entendieron que Marka Group y Sada Goray eran lo mismo. La fiscalía presume que Sada Goray sería financista de la campaña presidencial de Pedro Castillo, aunque ella lo niega.
La abogada Flor Olivera Orellana fue contratada por la Superintendencia de Bienes Nacionales como “asesora legal” de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), bajo la presión del “Gabinete en la sombra”. El objetivo era que Olivera se pronunciara a favor del reclamo de Sada Goray, lo que efectivamente cumplió, como consta en documentos obtenidos por La República. Lo que Flor Olivera aparentemente no le dijo a la SBN, es que Sada Goray es su socia en la Inmobiliaria Nuevo Chiclayo, como consta en Registros Públicos.
Sada Goray Chong. Flor Olivera Orellana. Foto: composición LR
Además, la empresa de Sada Goray, Marka Group, y la Inmobiliaria Nueva Chiclayo, en la que Goray aparece junto con Flor Olivera, comparten la misma dirección: Avenida Circunvalación Club Golf Los Incas 208, departamento 704B, Urbanización Club Golf Los Incas.
Si como dice Sada Goray Chong compró el terreno de Chilca por su cuenta, ¿cómo obtuvo los US$18.520.000 para pagar por el predio? La fiscalía sospecha que ella sería fachada de otros inversionistas que financiaron la campaña de Pedro Castillo, lo que explica por qué el “Gabiente en la sombra” presionaba al Ministerio de Vivienda y a la SBN para accedieran a los pedidos de Marka Group que gerencia Sada Goray.
La socia de Sada Goray, la abogada Flor Olivera Orellana, a solicitud de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN) opinó a favor de entregar a Sada Goray el terreno del Estado que la empresaria compró a US$18.520.000 y lo vendió a US$47.664.295.
El negocio soñado.
Antes que la Superintendencia de Bienes Estatales bajo presión del “Gabinete en la sombra” favoreciera a Sada Goray Chong, la empresaria vendió el predio dividido en dos a Centenario Desarrollo Urbano por US$47.6 millones.
Registro de compraventa de terreno en Chilca. Foto: Sunarp
Registro de compraventa de terreno en Chilca. Foto: Sunarp