La nueva fiscal de la Nación, Liz Patricia Benavides Vargas, inició una gran transformación en el Ministerio Público, al imponer el último fin de semana una serie de cambios en las unidades operativas y de investigación.
Cambios que al interior de la institución se han bautizado como la “revolución de los adjuntos”. Hasta el 30 de mayo, Benavides era una fiscal suprema adjunta. El 1° de junio, la Junta Nacional de Justicia la nombró fiscal suprema titular y 20 días después, la Junta de Fiscales Supremos la eligió fiscal de la Nación.
Los fiscales adjuntos son mayoría en el Ministerio Público, pero siempre están detrás de los fiscales titulares, aunque muchas veces son ellos los que hacen el mayor esfuerzo. La doctora Benavides reivindica ese trabajo al llevarlos a importantes cargos.
Uno de los primeros cambios y el que fue más difundido fue la remoción del fiscal superior coordinador de las fiscalías anticorrupción, Omar Tello Rosales. Pero ni ese es el principal cambio ni es el más importante.
Benavides Vargas sacudió el árbol. Removió a coordinadores nacionales que se mantenían en puestos claves desde hace más de una década.
Así, cambió a la fiscal Isabel Galván Calle de la estratégica y poderosa coordinación nacional de las fiscalías antidrogas y enlace con la Sección de Asuntos para Narcóticos (NAS) y la DEA. Galván ocupaba el cargo desde el 2015 y ahora dirigirá una fiscalía penal en Surco.
También salió de las fiscalías de lavado de activos Frank Almanza Altamirano, desde el 2015, fiscal superior a dedicación exclusiva al “interminable” juicio a los Sánchez Paredes. Almanza se había convertido en los últimos años en la sombra del fiscal superior coordinador del equipo Lava Jato y de las fiscalías de lavado de activos, Rafael Vela.
En diciembre del 2019, el entonces fiscal de la Nación, Gonzalo Chávarry, nombró a Almanza coordinador de Lava Jato, pero este declinó a las pocas horas. Ahora, Almanza fue enviado a una Fiscalía Superior en Huancayo, Junín. A Tello lo mandaron a Lima sur.
También fue removida la fiscal superior Rosario López Wong, durante más de una década coordinadora de la Unidad Central de Protección a Víctimas y Testigos, dependencia que ella ayudó a crear.
Los cambios aún no terminan. La nueva fiscal ofrece un nuevo rostro, con aquellos fiscales que hasta ahora se habían mantenido detrás de las cortinas, fuera del foco mediático.
El fiscal provincial que descubrió los 20 mil dólares en las oficinas del prófugo exsecretario de la presidencia Bruno Pacheco, Marco Huamán, fue ascendido a fiscal supremo adjunto, en el área de enriquecimiento ilícito y denuncias constitucionales.
La nueva coordinadora de las fiscalías anticorrupción es la fiscal superior de Loreto, Emma Vergara Cabrera. El 2018, ella fue adjunta en la Fiscalía Suprema de Control Interno.
Álvaro Castañeda Rojas será el responsable del Área de denuncias contra magistrados y Karina Vargas, en la coordinación de delitos de materia ambiental.
El nuevo coordinador antidrogas y enlace con el NAS y la DEA es el fiscal superior Daniel Jara Espinoza y Luis Valdivia Calderón es el nuevo coordinador de las fiscalías de Derechos Humanos y terrorismo; Wilfredo Avellaneda, de las fiscalías de extinción de dominio.
En tanto, el fiscal Juan Carlos Villena Campana, Fiscal Supremo Titular del Despacho de la Fiscalía Suprema de Familia, asume la Coordinación de la Unidad Central de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos.
La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, presentará hoy al Equipo Especial de Fiscales para investigar al poder. Es el tercer equipo especial que operará en la Fiscalía, luego de Lava Jato y Cuellos Blancos.
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Este equipo se encargará de investigar a altos funcionarios públicos que estén investigados en más de un subsistema, eufemismo para no decir directamente que investigará al entorno del presidente Pedro Castillo.
Sus funciones se superponen a las de las fiscalías anticorrupción y de lavado de activos. Con este equipo, se busca evitar una contienda de competencia entre las fiscales Karla Zecenarro y Luz Taquire por el caso Sarratea, que involucra al presidente Castillo.
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