Desde abril de este año, diversos sindicatos y organizaciones de Cusco iniciaron movilizaciones y protestas para que el Ejecutivo solucione problemas como el costo de vida, costo excesivo de los combustibles y, principalmente, la implementación de la segunda reforma agraria.
Varios meses después, tras decenas de mesas técnicas y diálogos con autoridades de todo nivel, los reclamos de la región persisten. Los dirigentes afirman que, a pesar de las promesas, poco o nada se ha hecho, por lo que anunciaron jornadas de paralización, las cuales iniciarán el 22 de noviembre con un paro de camioneros.
Hugo Meléndez, del sindicato de transportistas de carga pesada, informó a La República que desde el 22 de noviembre su gremio tomará los ingresos a la ciudad de Cusco, exigiendo respuesta inmediata del Ejecutivo.
Además, el representante del transporte urbano de Cusco, Estanislao Alegre, expresó que su gremio se sumará al paro agrario de los próximos 23 y 24 de noviembre. Para el dirigente, el Gobierno de Pedro Castillo poco o nada ha hecho para frenar el alza de precios de combustibles, mientras que el costo de pasajes está congelado.
Entre tanto, Lucio Chalco, titular de la Junta de Usuario de Agua en Cusco, confirmó que la organización ha coordinado con otras regiones, como Arequipa, Apurímac y Puno, en búsqueda de soluciones concretas a una eventual crisis alimentaria.
Otro sindicato también se pronunció. Se trata de los trabajadores de la Dirección Desconcertada de Cultura Cusco, quienes anunciaron un paro el próximo 28 de noviembre.
Valerio Durán, representante de los trabajadores, afirmó que, a pesar de los compromisos del primer ministro Aníbal Torres, hasta la fecha no se ha derogado el Decreto Supremo 043-2022, que en la práctica restará más de la mitad de los recursos que administra dicha dirección anualmente.
De acuerdo a John Gonzales, presidente de la Cámara de Comercio Cusco, a la fecha ya existen paquetes turísticos y reservas canceladas para las próximas dos semanas. Por ello, estima que la situación pondrá en jaque a la segunda actividad económica más importante de la región, como es el turismo.
Hay que mencionar que, durante el último cierre de parques arqueológicos, se registró una pérdida de S/ 2,5 millones al día; es decir, durante los cuatro días de paro (22, 23, 24 y 28 de noviembre), la región dejaría de percibir cerca de S/ 10 millones en diversos rubros.