Las cosas no han cambiado mucho en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) tras la salida de Juan Silva y el censurado Geiner Alvarado. En su reemplazo, ingresó Richard Tineo, pero se mantienen personajes cuestionados.
El 9 de septiembre tuvo que renunciar el viceministro de Transportes, Luis Rivera Pérez, debido a que fue sentenciado a seis años de prisión por el delito de negociación incompatible cuando era gerente central de Aeropuertos Corpac, en los años 2013 y 2014. Se le acusa de haber fraccionado dos contrataciones para favorecer a dos compañías que firmaron durante su gestión, burlando la ley de contrataciones con el Estado.
Luis Rivera, reclutado por el presidente Pedro Castillo y nombrado en el cargo por el exministro Juan Barrenzuela, fue quien llevó como director de Provías Nacional a Rufino Galindo Caro; asimismo, influyó en el nombramiento de Jorge Salinas Cerreño como presidente del Directorio de Corpac, considerado otro elemento de la cúpula de Rivera.
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Salinas ha estado a cargo de la presidencia del directorio de Corpac desde diciembre de 2019 hasta mayo de 2021; y desde el 15 de julio de 2022 a la fecha. En su primera gestión, se adjudicó de forma irregular a la empresa Iindra con un contrato de proveedor único por un importe de USD 8,7 millones para repotenciación de radares y adquisición de ADS-B, lo que fue observado por el OSCE.
Los retrasos se dieron de manera escandalosa y generaron que en año y medio no se haya culminado los procesos de selección de empresas, lo que obligó a Corpac a tomar medidas correctivas, como el cambio de Salinas en la presidencia de dicha entidad; asimismo, varios gerentes y ejecutivos fueron investigados por el Órgano de Control. Incluso en algunos casos se encontraron responsabilidades funcionales que acarrearían procesos administrativos y penales, pero fueron mantenidos en el cargo.
En el primer semestre de 2022, con Salinas fuera, Corpac articuló una serie de acciones para asegurar el éxito del proyecto y una compra adecuada de los equipos aeronáuticos que faltan (cuatro procesos de los fraccionados), en modalidad de fusionados, y de esta forma iniciar las operaciones en enero de 2023.
Sin embargo, en pleno proceso correctivo, Salinas es designado nuevamente como presidente del directorio, pese a que es el principal responsable de los problemas generados por un mal planteamiento del proyecto en su primer periodo en la PD de Corpac y ahora viene saboteando el trabajo desarrollado en el primer semestre de 2022, cancelando cursos, disponiendo que se reevalúe las ET que logística está usando para adquirir los cuatro sistemas faltantes y la red de fibra óptica, y así eliminar todo lo actuado.
Es decir, Jorge Salinas ha dispuesto medidas, todas orientadas a sabotear y que el Estado peruano cumpla con comenzar las operaciones aeronáuticas en el Jorge Chávez en enero 2023, tal como está establecido y dándole a LAP la posibilidad de que penalice por millones de soles al Estado peruano.
Este grupo se mantiene en el cargo y conformaría una red que viene cumpliendo su plan de que Corpac sea responsabilizado (en vez de LAP) por el estancamiento de operaciones de la nueva torre de control y segunda pista del Aijch en enero de 2023.
Lo actuado por Jorge Salinas apunta que Corpac no pueda ejecutar operaciones en los plazos establecidos, como lo es en enero 2023, pues con ello Corpac pasaría a ser el responsable de que dichas operaciones no se inicien en la fecha definida.