El anuncio de la postulación del exdictador Alberto Fujimori a la presidencia ha generado que las opiniones jurídicas, provenientes de todas las vertientes, coincidan en que su candidatura es imposible porque el indulto no lo absuelve de ser un condenado por delitos contra la humanidad y de estar impedido para participar en las elecciones generales del 2026.
Sin embargo, un sector de la oposición alerta que estamos ante una estrategia que apunta a tomar el sistema electoral para dar luz verde a la inscripción de Fujimori o, de fracasar en el intento, desviar la atención sobre la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien atraviesa un juicio por lavado de activos.
El 1 de julio, en una entrevista en Canal N, Fujimori Higuchi declaró que serán los organismos electorales quienes definan si su padre puede ser candidato a la presidencia. La República pudo corroborar que en el pleno del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la institución encargada de resolver quiénes pueden postular, no hay una postura unánime sobre la participación del exdictador. Un magistrado declaró a este diario, con la reserva de su identidad, que "el indulto es el perdón de la pena". "Es decir: ya cumplió con la condena. He allí la respuesta", agregó. Sobre la reparación civil que todavía no paga Fujimori, el magistrado consultado dijo que "es una pena accesoria".
Es inminente que un JNE con una nueva composición resolverá el caso de Fujimori. El periodo del magistrado Jovián Sanjinez termina en setiembre y el mandato del presidente del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, en noviembre.
Salas Arenas ha sido uno de los blancos del fujimorismo. Por eso en el Congreso buscan inhabilitarlo en su condición de juez supremo.
En la Comisión de Constitución, además, descansa, por ahora, un proyecto de ley para que el magistrado representante de la Corte Suprema - como es el caso de Salas Arenas - no sea, de manera directa, el titular del máximo tribunal electoral, sino que sean todos los miembros del pleno quienes lo elijan en votación. De esta manera, podría resultar electo un representante del Poder Judicial, del Ministerio Público, del Colegio de Abogados o de las universidades públicas o privadas.
"Tienen un cálculo que pueden direccionar quién va a ser el próximo presidente del JNE, pienso que esa es una estrategia", manifestó la congresista de Cambio Democrático, Ruth Luque. "Ya se está jugando todas estas acciones que quería ejercer Fuerza Popular, donde quería apoderarse de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y el JNE. Quieren pasar por alto sobre el induto y quieren proponerlo (a Fujimori) de candidato, vulerando todos los derechos", manifestó la legisladora de Perú Libre, Kelly Portalatino, quien adelantó que pedirá al máximo tribunal electoral pronunciarse al respecto.
El anuncio de su candidatura lo que debería generar en el corto plazo, en teoría, es que regrese a prisión, según los expertos. "Los indultos humanitarios se pueden revertir cuando son una farsa. A Alberto Fujimori, Pedro Pablo Kuczysnki le otorgó un indulto humanitario por su grave estado de salud. Si hoy Alberto Fujimori se muestra vital al punto que puede postular a la presidencia, se acredita que el indulto fue una farse", remarcó el constitucionalista Heber Campos.
Es decir, estaría en manos de Dina Boluarte revocar el indulto.
El abogado del Congreso, Aníbal Quiroga, opinó en el mismo sentido. "Por supuesto que pone a la presidenta en una situación complicada, porque para cumplir el mandato del Tribunal Constitucional ha desacatado una orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La postulación de Fujimori pone el indulto en el escritorio de Boluarte bajo las premisas de que hay una orden de la Corte IDH y que no estaría enfermo como para recibir el indulto", manifestó a Canal N.
El abogado penalista Carlos Caro recuerda que el exdictador debe al Estado S/ 57 millones de reparación civil por el allanamiento a la casa de Vladimiro Montesinos, la compra de Cable Canal de Noticias y el pago de la CTS a su exasesor, en los que fue condenado por su condición de funcionario público. "La pena se extinguió por el indulto, pero no ha pagado la reparación civil, no ha accedido a la rehabilitación que pone fin a los efectos del proceso penal. Y aunque fuera rehabilitado, la ley mantiene ese impedimento por el tipo de delito cometido", precisó.
El silencio cómplice de la mandataria Dina Boluarte refleja que no desean ganarse una enemistad con el partido que la salvó en siete oportunidades de la vacancia presidencial. Días después que Keiko Fujimori anunció la afiliación de su padre a Fuerza Popular, la congresista Luque le envió un oficio al ministro de Justicia, Eduardo Arana, para que informe sobre el monitoreo a la situación de Alberto Fujimori. Luque le recalcó al Ejecutivo que la participación activa en política del exdictador no coincide con su supuestado estado de salud.
"Existen precedentes para variar decisiones irregulares emitidas por el Gobierno. Es el caso del ilegal indulto emitido a favor de José Enrique Crousillat, emitido por el expresidente Alan García", rememoró Luque en el oficio. Sin embargo, hasta la fecha el ministro Arana no le responde.
El congresista de Perú Bicentenario, Guido Bellido, considera que en el fujimorismo son conscientes de que su líder histórico no puede postular, pero usan la eventual candidatura para desviar la atención que pesa contra Keiko Fujimori por el juicio del caso Cócteles. "Es una estrategia para evitar que sea punto de ataque y ella realice todos los trabajos, es distinto que 40 partidos la ataquen a que ataquen a Alberto Fujimori. La candidata la final será Keiko Fujimori", opinó.
El politólogo Fernando Tuesta describe esa posible estrategia también: "Incluso lo inscribirán como candidato presidencial, mientras harán campaña a lo largo de un año. Ciertamente, se presentarán tachas y será el JNE quien declare la candidatura improcedente, mientras Fuerza Popular proteste y afirme que es injusto y quizás hable de fraude. Si esto ocurre, colocarán al vicepresidente de candidato, ¿Keiko? Y habrá ganado un largo tramo de alta visibilidad".
Sin embargo, recapituló Tuesta, la postulación del exdictador puede generar un efecto contrario y alentar un amplio antifujimorismo, el mismo que ha derrotado a Keiko Fujimori en las últimas tres elecciones.