El presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto, descartó que se aferre al cargo —a solo días de haberlo asumido—. Ante los cuestionamientos en su contra por presuntos procesos penales abiertos y haber contratado en su despacho congresal a su cuñada, adelantó que se somete a una eventual investigación de oficio a nivel de la Comisión de Ética. Consideró que “ataques” buscarían perjudicar la repartición de comisiones ordinarias entre bancadas, la cual tendrá lugar este miércoles 2 de agosto en reunión de Junta de Portavoces.
“Estoy a disposición de la Comisión de Ética porque, como he ratificado, no tengo antecedentes penales ni judiciales. Ese andamiaje de haberme atribuido 55 denuncias, que luego se cayeron a nueve, que luego se caen a tres, demuestra que no hay una investigación seria (...). Es harto conocido que hay gente que no le interesa que un provinciano sea presidente del Congreso, queda claro que hay intereses. Ni siquiera tengo una semana en el cargo y me están buscando hechos que no son trascendentales para el país”, declaró a la prensa.