El empresario Ítalo Ísmodes Bustamente solicitó al juez provincial del Santa, Álex Alegre, el archivamiento de la investigación fiscal en su contra por haber entregado US$100.000 al alcalde del distrito de Comandante Noel (Casma, Áncash), Marco Rivero, a cambio de la adjudicación de obras públicas, en 2012.
Lo sorprendente del caso es que cuatro años después, en 2016, Ítalo Ísmodes denunció ante la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), de la Policía Nacional, al exburgomaestre Marco Rivero por no cumplir con el acuerdo. Para sustentar la imputación, Ísmodes adjuntó el video que había filmado cuando le entregaba parte del dinero en efectivo a Rivero. Desde entonces, seis años después, ni Ísmodes ni Rivero han recibido sentencia.
En una reciente audiencia, en la que estuvo presente el empresario Ísmodes en compañía de su abogado Williams Robles, este sustentó el pedido de archivamiento del caso mediante una excepción de improcedencia de acción. Es decir, que no existiría evidencia contra el empresario.
El letrado alegó que su cliente no pretendió pagarle un soborno al exalcalde Rivero y que el compromiso que suscribieron mediante un documento solo fue un “acuerdo entre privados”, según fuentes de La República con acceso al proceso.
Otro argumento que sustentó el abogado fue que no procede acusar al empresario Ítalo Ísmodes por el presunto delito de cohecho activo genérico (soborno), porque al exburgomaestre no le correspondía interferir en los procesos de licitación.
El fiscal del caso, Alejandro Galloso Asencio, rechazó los argumentos de la defensa y sustentó que existe suficiente fundamento para procesar a Ítalo Ísmodes por haber entregado una coima al exalcalde Marco Rivero, con el expreso propósito de obtener adjudicaciones de obras públicas, por lo que rechazó la versión del “acuerdo entre privados”.
“Conocedor de su acción delictiva , porque (Ítalo Ísmodes) es un empresario dedicado al rubro de la construcción, tenía pleno conocimiento de que solo el hecho de mantener un acuerdo clandestino con un funcionario, con una máxima autoridad administrativa de una municipalidad distrital, era delictivo”, arguyó el fiscal Galloso.
Por lo tanto, cuando el empresario Ísmodes suministra el dinero al exburgomaestre, “no lo hizo porque este no tenía competencia en la entrega de la buena pro de las obras”, más bien actuó así porque Rivero como máxima autoridad municipal sí tiene injerencia en las adjudicaciones, razonó el fiscal.
La procuradora anticorrupción Betty Quiñones, que también estuvo en la audiencia, respaldó desestimar la pretensión del empresario Ísmodes de archivar el caso bajo el argumento de que la entrega de dinero al exalcalde era un “acuerdo entre privados”.
“Según la defensa del empresario Ítalo Ísmodes, el exalcalde Marco Rivero no era parte de la comisión de selección de las empresas, por lo tanto no podía influir en las adjudicaciones. Si esto es así, como sostiene el abogado Williams Robles, ¿entonces por qué su patrocinado le paga una coima para adjudicarse una obra?”, se preguntó la procuradora Quiñónes.
“El argumento del abogado Robles se cae por sí solo, porque Marcos Rivero era la máxima autoridad del municipio, firmaba los contratos con las empresas. Existen pruebas suficientes que involucran tanto al exalcalde como a Ítalo Ísmodes”, indicó a La República.
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La procuradora Betty Quiñones señaló que el fiscal Alejandro Galloso había acopiado suficiente evidencia contra el empresario y el exalcalde. Por lo que si el juez Alexander Alegre declaraba la excepción de improcedencia contra el delito de cohecho activo, que ha presentado Ítalo Ísmodes en busca del archivamiento del caso, procederá a interponer de inmediato la apelación.
Por su parte, el empresario Ítalo Ísmodes insistió en que lo que le dio al exalcalde no fue un soborno.
“El dinero que le entregué al exalcalde Marcos Rivero no fue una coima para ganar alguna licitación, sino que es parte de un contrato por la compra de un hotel de su propiedad”, afirmó a La República.
Durante la audiencia judicial, esta versión fue desestimada por el fiscal Alejandro Galloso.
Preguntado sobre el dinero que le proporcionó al exalcalde Rivero, Ísmodes contestó: “Me está devolviendo el dinero de a pocos”.
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Durante la audiencia en la que la defensa del empresario Ítalo Ísmodes sustentó el archivamiento del caso, el fiscal Alejandro Galloso desestimó el argumento de que el alcalde no tiene intervención en los procesos de licitación y señaló como ejemplo el caso Odebrecht.
Dijo que en las investigaciones se ha determinado que la constructora brasileña pagaba sobornos a los altos funcionarios del Gobierno para torcer las licitaciones a su favor.
“El dinero de Odebrecht iba a las altas autoridades, y no a los miembros de los comités de licitación, para ganar las obras públicas”, indicó.