Luego de conseguir que el Congreso revierta su elección de funcionarios por medio de la 'repartija', los jóvenes que tomaron la calle plantean avanzar para "recuperar el país".Desafíos, Isabel Carreño G. Bajo la consigna "Toma la calle, recuperemos el país", cientos de jóvenes volverán a salir a las calles este 27 y 28 de julio. Pero tras las protestas y la represión policial en las movilizaciones del 17 y 22 de julio en rechazo a la elección en bloque de miembros del TC, el BCR y la Defensoría del Pueblo en el Congreso, hay expectativa por saber cuál será el futuro de estos movimientos ciudadanos. Son jóvenes entre 20 y 26 años que han encontrado en las redes sociales su principal arma para lograr mayor convocatoria en sus manifestaciones que, según aseguran, no cesarán en el corto plazo. "La idea es que esto no quede acá, si no no logramos nada, solo una 'bonita' marcha, y ese no es el objetivo, que es fiscalizar", asegura Cristina Valega, presidenta de la Federación de Estudiantes de la PUCP. Ella explica que si bien el detonante de las marchas de las últimas semanas responde a una indignación generalizada por la polémica elección de magistrados, este descontento social se ha estado gestando en los últimos meses. Entre sus razones enumeran el mal manejo del Congreso y algunas políticas del Ejecutivo que se aprueban sin consultas previas, como la Ley Universitaria, entre otros. A esto le suman el rechazo a la reciente represión policial en las dos primeras marchas. "Por ejemplo, hay grupos con diferentes consignas pero mal que bien están unidos por un tema de fondo porque no es solo recuperar el Congreso. Muchas personas dicen que esto ya terminó. Pero ahora se trata de compartir un objetivo de fondo, como es recuperar el país", agregó Valega. La dirigente puntualizó que este movimiento, que en un principio era difuso con diversos grupos, hoy tiene como finalidad mantenerse vigilante. Y es que luego del 17 de julio, de la cuestionada elección de funcionarios denominada 'repartija', el interés de otros jóvenes creció y ha incrementado el número de activistas espontáneos. "A través del Facebook se han creado muchos grupos para la coordinación para ver temas de seguridad, principalmente con los chicos que se suman independientemente; el uso de Twitter es un poco más para la difusión de movilizaciones", asegura Sigrid Bazán, integrante del comité político del Partido Socialista. "Muchos dicen que esto ya terminó, pero quién garantiza que esta 'repartija' no volverá a ocurrir. Por eso nos mantendremos alertas. Es importante aclarar que no es tema de cerrar las instituciones como el Congreso, sino buscar que se legitimen. No es contra las instituciones sino contra la clase política", indica Valega. Precisamente en un punto en el que coinciden todos es que sus movilizaciones no buscan, como algunos dicen, cerrar el Congreso, sino "recuperar la legitimidad de la práctica política y lograr que el ciudadano crea en que se puede mejorar", precisa otra promotora de las movilizaciones, la regidora Marité Bustamante. En igual sentido se manifestaron Jorge Rodríguez, Miguel Burgos, Luis Tacuche y Víctor Aguirre, quienes también son activistas de este movimiento estudiantil. En ese sentido se expresó el colectivo ciudadano promovido por la activista y periodista Claudia Cisneros. Este grupo también se unirá a las movilizaciones convocadas por los gremios sindicales bajo el hashtag #QueNadieTeCalle #TomaLaCalle #27J. "Como ciudadanos, este 27 nos sumamos en la defensa de la democracia y para exigir a los partidos políticos que trabajen por el interés nacional", expresa su comunicado. La siguiente movilización ha sido convocada para mañana 27 de julio con una concentración en la Plaza Dos de Mayo a las 10 am. Luego partirá al Congreso. Como antes, ya cuentan con gran difusión en las redes sociales. ENFOQUE David Sulmont Director del Instituto de Opinión Pública de la PUCP Alerta: Ya no hay una ciudadanía pasiva Todavía es muy pronto para saber cuál es la envergadura de estas movilizaciones con miras hacia el futuro, ya que ha sido más bien una manifestación espontánea que no solamente involucra a jóvenes, sino también a sectores que cuentan con mayor información, de clase media y estudiantes. En ese sentido forma parte de una reacción social que está más sensible a los elementos que distorsionan la naturaleza de las instituciones del Estado. Lo que expresa esto es un descontento con la clase política que reclama mayor transparencia en la toma de decisiones, lo cual es positivo porque demuestra una capacidad de vigilancia ciudadana. También muestran un descontento con los partidos políticos e instituciones del Estado como el Congreso. Además, es un grupo que se ha hecho escuchar y los políticos han tenido capacidad de revertir estas decisiones frente a la presión ciudadana. Estas movilizaciones son parte del aprendizaje de la democracia y es una llamada de alerta de que ya no hay una ciudadanía pasiva.