Por Idel Vexler Idel Vexler. La Educación Física (E.F.) es un área fundamental que, conjuntamente con la Matemática, la Comunicación y la Educación por el Arte, son consideradas como aprendizajes instrumentales y formativos en casi todos los planes de estudios de los diseños curriculares de la Educación Básica del mundo. Ahora se incluyen también la Informática y el Inglés. En la Educación Inicial la E.F. constituye un aprendizaje importante en el área Personal-Social. Desde el primer grado de Primaria hasta el quinto de Secundaria está concebida como un área educativa debido a que es esencial en el proceso formativo y permanente de los estudiantes porque desarrolla capacidades psicomotrices, orgánicas y físico-deportivas, en el marco de una concepción holística que considera también conocimientos, actitudes y valores. Las tácticas, reglas y estrategias constituyen parte del conocimiento físico y deportivo. Reconoce y valora al cuerpo como una unidad física, socio-emocional y cognitiva. Sus ejes centrales son nuestro organismo y su capacidad de movimiento, los cuales constituyen la base para el dominio de los deportes individuales y colectivos, así como para el desarrollo de la recreación como una forma lúdica de poner espontáneamente e integralmente en acción el cuerpo del ser humano. Si estamos de acuerdo con esta concepción, ¿por qué la Educación Física se ha convertido en una demanda social sólo para la Educación Básica?, ¿por qué no se exige que los institutos superiores y universidades le den el lugar que le corresponde en sus currículos profesionales?, ¿por qué se pide que la E. F. la practiquen principalmente los niños, adolescentes y jóvenes?, ¿y los adultos? Esto se debe a la carencia de una consistente convicción sobre la importancia de la Educación Física en todas las etapas, niveles, modalidades y formas del sistema educativo, así como a la falta de propuestas y acciones pertinentes para que todos los grupos etarios accedan a ella, sin exclusiones y respetando las particularidades individuales de las personas, en los diversos espacios institucionales y comunitarios donde interactúan. Se viene proponiendo que los niños y niñas de todos los grados de Primaria tengan –al igual que todos los estudiantes de la Secundaria– profesores especializados de E.F. Esto está bien. Lo aconsejable, naturalmente, es que en los primeros grados el especialista desarrolle su trabajo conjuntamente con el o la docente de grado. El Ministerio de Educación, con sus escasos recursos disponibles, cuenta con 1,169 profesores de E.F. que trabajan en escuelas de Primaria, así como técnicos profesionales que conducen en 658 planteles públicos actividades deportivas y de recreación sociocultural mediante programas complementarios. Conviene, también, precisar que para el desarrollo de toda actividad física, incluida la práctica deportiva, se requieren de espacios e implementos apropiados. Por eso, el MED está distribuyendo módulos de E.F. para 1,620 escuelas rurales y de mayor pobreza de la muestra focalizada de la emergencia educativa, y está adquiriendo materiales deportivos para los colegios de Secundaria . Algo muy importante es la realización anual de los Juegos Deportivos Escolares Nacionales mediante el desarrollo de competencias en diversas disciplinas, como por ejemplo, atletismo, ajedrez, fútbol, vóleibol y natación en los ámbitos institucional, local, regional y nacional. En estos eventos, ampliamente participativos, organizados por el Sector, el IPD y el Consejo del Deporte Escolar, intervienen –en un contexto educativo– más de un millón de estudiantes de todo el país. Esperamos que la enseñanza y la práctica de la Educación Física, con todos y para todos, continúen fortaleciéndose a fin de mejorar la calidad de vida de nuestros niños y niñas, adolescentes, jóvenes y adultos y, de ese modo, contribuir también a elevar la competitividad deportiva de nuestro país. Para ello, es indispensable unir voluntades, capacidades y esfuerzos entre el Estado y la sociedad civil, así como disponer de mayores recursos económicos.