Mateo Castañeda Segovia fue durante muchos años héroe y fiscal modelo del MP. Estudioso del derecho penal, meticuloso y calmado, egocéntrico y engreído, hizo amigos y enemigos por todos lados.
Comenzó su carrera en el Ministerio Público como abogado auxiliar, fiscal adjunto provincial, fiscal provincial y fiscal superior. Hasta que un día renunció para seguir sus sueños y al no alcanzarlos, se convirtió en abogado privado.
Carlos Manrique Carreño
La fama de Mateo Castañeda comenzó en 1993 cuando la entonces fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán lo nombró fiscal ad hoc para investigar a Carlos Manrique y la estafa financiera piramidal más grande en la historia del país.
Manrique era el fundador y director del Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial, conocido como CLAE, el milagro financiero informal que terminó en tragedia.
En medio de una grave crisis económica, CLAE pagaba hasta el 100% de interés por los ahorros que recibía de empleados públicos, jubilados, vendedores ambulantes, despedidos con incentivos, bodegueros y clase media emergente.
En apariencia todos fueron felices, hasta que en el verano de 1993, la SBS le pidió formalizarse y, al no poder mostrar dónde guardaba el dinero, la Corte Suprema ordenó su liquidación.
Allí, comenzó el trabajo de Mateo Castañeda. Investigó las actividades de Manrrique, allanó sus locales y las casas de sus funcionarios y lo persiguió hasta Estados Unidos, en busca del dinero y las pruebas que permitieran demostrar la estafa piramidal.
En 1985, logró que Manrique fuera extraditado y, años después, con las pruebas de su investigación, le impusieron la más alta condena por estafa, 8 años de prisión efectiva.
Alan García y el actual presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo
Al concluir esa labor, Castañeda consiguió una beca de estudios y se mudó a España. Lejos del poder y de Colán no volvió a ser fiscal ad hoc.
Tras la caída de la dictadura, ascendió a fiscal superior titular de Lima y, años después, la fiscal de la Nación, Nelly Calderón, le encargó fundar y coordinar las fiscalías especializadas contra el crimen organizado.
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De nuevo se convirtió en una celebridad, modelo, maestro y guía en el Ministerio Público. Recibía trato de fiscal supremo y, en algunos lugares, tenía más ascendencia que un fiscal de la Nación, sin serlo.
Como fiscal superior, no intervino en las investigaciones, pero, entre otros, estuvo detrás del caso Business Track (BTR) que afectó al segundo gobierno de Alan Garcia y la gestión como fiscal de la Nación, de la actual congresista Gladys Echaíz.
Gladys Echaíz, congresista y ex fiscal de la Nación
BTR era un empresa privada de seguridad, con contactos en la inteligencia naval, que por encargo realizó espionaje a favor de la industria cementera local.
Esto los llevó a descubrir un complejo entramado de corrupción estatal que implicaba a altos funcionarios y ministros del gobierno aprista.
Los espías fueron sancionados, los audios fueron declarados ilegales, aunque sus repercusiones se siguen investigando hasta hoy en una olvidada fiscalía provincial.
En la investigación de una de esas repercusiones, los llamados Petroaudios, Castañeda se vinculó al entonces general PNP Carlos Morán, jefe de la Dirandro.
Carlos Morán, ex jefe de la Dirandro
Se comenta que ese caso, le hizo creer a Castañeda que llegaría a fiscal supremo titular y fiscal de la Nación.
Al no reunir el requisito de los 10 años como fiscal superior titular para ascender a supremo, en septiembre de 2010 renunció a la fiscalía, para postular como abogado.
En la fiscalía aún se recuerda que solo era un hasta luego, que retornaría como fiscal supremo al cabo de unas semanas. Sin embargo, nada fue como se preveía.
En el concurso, a cargo del desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Castañeda se topó con César Hinostroza, Nora Miraval y Zoraida Ávalos.
En la votación final, el CNM descartó a Hinostroza y Castañeda y, en un nuevo concurso, el 2011, fueron nombradas Miraval y Ávalos.
En desacuerdo, Castañeda e Hinostroza recurrieron al Tribunal Constitucional. El TC trató de imponerlos, llegando a nombrarlos fiscales supremos, pero ante la protesta ciudadana y la negativa del CNM para acatar una resolución que usurpaba sus funciones, los magistrados constitucionales tuvieron que retroceder.
Por este suceso, Mateo Castañeda mantiene un reclamo ante la CIDH para alcanzar su sueño de ser fiscal de la Nación. El 2021 circularon insistentes rumores de un acuerdo amistoso que le permitiría ser fiscal supremo. Pero, otra vez todo quedó en nada.
Mientras esperaba la solución de su reclamo, con sus amplios conocimientos del derecho, del sistema judicial-fiscal y de sus operadores, comenzó y desarrolló una exitosa carrera como abogado penalista.
Fue abogado del exalcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio y en los últimos años de José Luna Gálvez, el líder del partido político Podemos, por el caso 'Cuellos Blancos del Puerto'.
Luis Castañeda, fallecido alcalde de Lima
En algún momento del 2023, ya con problemas al corazón, sus socios le recomendaron jubilarse y viajar a Europa a disfrutar su fortuna y alejarse de los líos que le había ocasionado la defensa de Luna Gálvez.
Respondió, recordó uno de sus colaboradores, que lo pensaría y, con una media sonrisa, agregó que si surgía algún problema se convertiría en un colaborador eficaz.
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Mateo Castañeda
Esa respuesta circuló el viernes, luego de su detención, en los pasillos judiciales y en los medios de comunicación.
Sin embargo, en la audiencia de control de identidad que se realizó el sábado, declaró a la prensa que se considera víctima de una trampa del coronel Harvey Colchado y del general en retiro Carlos Morán.
'Ellos me llamaron', dijo. Añadió que al levantarse el secreto de las comunicaciones, aparecería la verdad.
Una respuesta que indica que no se acogerá a la colaboración eficaz.
De acuerdo con diferentes fuentes, mientras defendía a Luna Gálvez, Mateo Castañeda conoció al abogado Óscar Nieves, implicado en el caso "Los Cuellos Blancos del Puerto".
Nieves era abogado de Nicanor Boluarte, en la investigación por el nombramiento irregular de prefectos. Así, a través de Nieves, se relaciona con la defensa de Nicanor Boluarte.
En el desarrollo de ese caso, se produjeron las primeras reuniones con Carlos Morán y el coronel Harvey Colchado en febrero de 2024, lo que ocasionó su detención.
Luego, a partir del 16 de febrero, al estallar el caso Rolex, Castañeda asume la defensa de la presidenta Dina Boluarte, se dice, a pedido de Óscar Nieves y Nicanor Boluarte.
En marzo y abril, se volvió a reunir con los mencionados oficiales y se habría producido la oferta de "intercambiar figuritas", es decir, información confidencial de las investigaciones, a cambio de un ascenso en la Policía Nacional.
Por eso, la fiscalía le atribuye al ex fiscal, delitos de organización criminal y tráfico de influencias. El Colegio de Abogados de Lima ha protestado por la detención de Castañeda.
Un buen abogado no sólo lo es por lo que sabe de derecho, sino por lo que conoce de sus jueces, fiscales y el medio en que se mueve.
Un conocimiento que, antes le dio fama y forturna, esta vez, Mateo Castañeda lo utilizará en su propia defensa.