El presidente Pedro Castillo y la vicepresidenta, Dina Bolaurte, están en su peor momento político. Los gremios de Puno, aducen que ambos son víctimas de sus rivales políticos de derecha.
Contra Dina Boluarte, la comisión de Acusaciones Constitucionales aprobó declarar procedente las denuncias constitucionales 268 y 269 por haber ejercido como presidenta y representante legal del Club Departamental Apurímac cuando ya asumió funciones como ministra de Estado.
Mientras que a Pedro Castillo, el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, lo citó como investigado por el caso Puente Tarata III. El mandatario es el primer jefe de Estado en funciones en acudir a responder a la Fiscalía en calidad de investigado por presuntos actos de corrupción.
Para el dirigente del comité de lucha de la Acora, Néstor Quispe, Castillo es víctima de quienes denunciaron fraude en las elecciones.
“No es un gobierno perfecto, pero sí estamos seguros que no le perdonan nada. Eso no se hizo con otros mandatarios. Es víctima de sus enemigos políticos y de intereses empresariales del más alto nivel”, dijo el dirigente.