A un día del diálogo que busca resolver el conflicto social en Las Bambas, Apurímac, un nuevo contingente policial y militar llegó a Challhuahuacho y Coyllurqui, distritos declarados en emergencia desde el 28 de abril. Ad portas del encuentro entre el Gobierno, la empresa MMG Las Bambas y las seis comunidades, se respira tensión y desconfianza en la zona.
A través de una carta, los ministros de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, y de Justicia, Félix Chero, invitaron a los presidentes de las comunidades de Chila, Choaquere, Fuerabamba, Huancuire, Chuicuni y Pumamarca a un encuentro en la comunidad de Haquira, hoy a las 11 a.m. Horas más tarde, enviaron otra carta reprogramando la cita para mañana a la misma hora y el mismo lugar. Será el sexto intento de diálogo que promueve el Gobierno. Los cinco anteriores no tuvieron éxito.
Según el documento, la comisión de alto nivel estará integrada también por los ministros de Energía y Minas, Transportes y Comunicaciones, Ambiente y de la Mujer. Se anunció, además, la participación de un comisionado de la Confederación Episcopal del Perú y un representante de la Defensoría del Pueblo como mediadores neutrales de la reunión.
Los asesores de las comunidades de Huancuire, Alexander Anglas, y de Chila, Luis Muñoz, ratificaron la disposición de las comunidades para el diálogo. “Existe la voluntad de dialogar, pero hay algunas señales que generan desconfianza”, apuntó Muñoz.
El abogado mencionó que en los últimos días arribaron nuevos contingentes policiales y militares a la zona de conflicto, hecho que corroboraría el anuncio del general PNP de Apurímac, Roger Pérez, sobre la recuperación del Estado de derecho.
Llamado. Monseñor Miguel Cabrejos podría ir a Las Bambas. Foto: Virgilio Grajeda/La República
Como se sabe, la comunidad de Huancuire permanece en el tajo Chalcobamba de la minera, desde el pasado 14 de abril. La posesión dentro de la propiedad de la minera motivó la paralización de la producción de cobre.
“Esperemos que la invitación al diálogo del Gobierno no sea una puesta en escena para justificar una nueva represión policial. Lamentamos las declaraciones del general (Roger Pérez) que anuncia desalojo. No hay un mensaje claro a las comunidades; por un lado, invitan al diálogo, por el otro, el premier (Aníbal Torres) dice que ya se agotó el diálogo y nos llenan de policías”, cuestionó Muñoz.
Agregó que, aunque hay voluntad para un entendimiento, las seis comunidades responderán formalmente a la invitación con una carta. Al cierre de nuestra edición no se emitió el documento.
Por su parte, MMG Las Bambas saludó la oportunidad de restablecer el diálogo y enfatizó que el encuentro debe estar “libre de coerciones entre las partes”. Detalló que, en 55 días de paralización de sus operaciones, “la situación es extrema e insostenible”.
Las pérdidas para el país son de 500 millones de dólares en exportaciones y S/ 286 millones por impuesto a la renta y regalías contractuales. La región Apurímac ha perdido S/ 176 millones equivalentes a más del 80% de su presupuesto anual de protección social.
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Igualmente, 75.000 puestos de trabajo directos e indirectos e inducidos y 1.400 micro, pequeñas y medianas empresas de Cusco y Apurímac fueron golpeadas. Al menos, 3.000 trabajadores fueron despedidos de las contratistas de la minera.
Condición. La Conferencia Episcopal Peruana acepta interceder en el conflicto siempre que tenga la invitación de todas las partes. Recibió la propuesta del Ejecutivo y de MMG Las Bambas. Falta la de los comuneros.