Por: Roberth Orihuela
Los plagios están en boga. Al caso del presidente Pedro Castillo podemos sumar el de Esdras Medina Minaya, presidente de la Comisión de Educación del Congreso y parlamentario de Renovación Popular por la región Arequipa.
Medina hizo una maestría en la Universidad Andina Nestor Cáceres Velasquez (UANCV), en proceso de cierre por incumplir requisitos de Sunedu. En junio de 2020 presentó un trabajo grupal, copia exacta de un informe de la Contraloría General de la República. Hay copy paste hasta de las fotografías del informe oficial y no se cita a la fuente.
El congresista alega que era solo una presentación para debatir en clase, sin embargo, el abogado Edgardo Lajo Paredes advierte que los trabajos monográficos o asignaturas deben citar las fuentes. “Es un principio ético”, añadió el especialista.
El documento de 18 páginas que se atribuye Medina como coautor está colgado en la plataforma virtual Coursehero.com. Se titula “Auditoría a la Institución Educativa Víctor Andrés Belaunde, provincia de Arequipa”, una réplica íntegra de un informe de Contraloría a ese colegio por la emergencia sanitaria. Además de Medina, figuran cuatro autores, uno de ellos es asesor del despacho parlamentario, Paúl Voltz Oporto.
La segunda y tercera página parecen ser los únicos párrafos propios de los autores. Allí se describe a la institución educativa y se realiza una breve reseña histórica. También se incluye una visión y misión.
En la cuarta página empieza el plagio. Desde el punto 1.2 Alcance de la Auditoría, en adelante, el texto es plenamente igual al informe de Contraloría, Nº 009-2020-OCI/0710-SVC, publicado el 17 de junio de ese año. Se invierte el orden de algunos puntos.
Por ejemplo, el punto III es “Alcance” en el informe original. Medina lo invierte y lo coloca como punto 1.2 “Alcance de la auditoría”. De igual forma, se cambia el subtítulo IV. Información de la actividad, del informe de Contraloría, por el punto 1.3. Materia controlada, información y criterios de los autores. En ambos con títulos distintos, el texto y contenido que le sigue es el mismo del informe de Contraloría.
También se invierte la posición del punto II. Objetivos (Contraloría), y lo colocan como 1.4 Objetivos de la auditoría. Pero el texto interior es el mismo.
Después de esto, todos los puntos siguientes y contenidos (fotos, texto y cuadros) son iguales a los del informe de fiscalización. Las conclusiones, recomendaciones y apéndices o anexos son calcos. Todo, salvo las firmas de los miembros de la comisión auditora y un correo electrónico que es la última página del informe de Contraloría.
Hasta el criterio legal, que siempre citan en los informes de Contraloría, es copiado y tomado por el ahora parlamentario y sus compañeros de grupo. Nada se les escapa, salvo los encabezados y pies de página, donde justamente están los sellos de Contraloría.
Inicialmente, Medina dijo que no recordaba el trabajo en mención a pesar de que este medio le entregó una copia.
Al día siguiente, reconoció que sí era trabajo suyo pero que no había plagiado. “Quieres hacer ver como plagio algo que no es así”, argumentó”.
Explicó que el trabajo no era realizar una auditoría al colegio, sino tomar un informe de cualquier institución para presentarlo en la clase y debatirlo para ver si estaba bien o mal desarrollado. “Lo llevamos a la clase para hacer las críticas junto al profesor y el resto de compañeros de clase, porque mi maestría era sobre gestión de gobiernos locales y regionales, para ver si cumplían los controles”, añadió.
Esdras Medina
Le consultamos por qué el trabajo firmado con sus nombres no tenía ninguna referencia al informe de Visita de Control Nº 009-2020.
“Te estoy explicando que hemos llevado para evaluar y discutir. No es un trabajo realizado por nosotros. Era para debatir internamente en el aula, para hacer aportes y plasmarlos en otro documento”, añadió.
Pero si era una evaluación del informe, entonces también debieron visitar ellos el colegio, le preguntamos.
“Es un trabajo de un curso. El que hace la evaluación es el docente. El informe es oral, los debates son orales porque asistíamos de forma presencial. Nosotros no teníamos que evaluar a la entidad (Contraloría), sino que teníamos que evaluar si en verdad la institución (Colegio) cumplió. No hemos evaluado a la Contraloría. No nos exigían que pongamos de dónde hemos sacado”, añadió.
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¿Entonces, si era un trabajo solo para debatirse en aula, por qué darse el trabajo de cambiar subtítulos, orden de textos y quitar los pies de página? ¿No era más fácil llevar el informe tal cual y debatirlo?
El congresista Esdras Medina se mantiene en sus trece y asegura que no plagió, solo era para debatirse.
El abogado Edgardo Lajo Paredes explica que cualquier trabajo monográfico o de asignatura debe citar las fuentes de donde se obtiene la información. “Si bien no es un delito penado, sí es una ley no escrita de la ética el citar la fuente por respeto. Son principios académicos básicos. Nos lo enseñan desde el pregrado. En este caso, el señor ha tratado de hacer pasar como un trabajo propio un informe que es público”, precisó.