La ministra de Trabajo, Betssy Chávez, hizo un llamado a la coherencia política de parte del Congreso de la República, al señalar que la tregua anunciada por María del Carmen Alva y un grupo de congresistas de oposición, en compañía de Waldemar Cerrón, tiene serias incongruencias porque algunos legisladores salen a los medios a atacar al Ejecutivo y luego “se abrazan” con oficialistas en los Pasos Perdidos del Parlamento.
“Una de las razones por las que el Congreso está tan deslegitimado es porque dicen una cosa para la cámara y luego terminan abrazándose en el Pleno, en los Pasos Perdidos del Parlamento. Yo creo que uno tiene que ser consecuente con lo que dice ante cámaras y con lo que vota en el Congreso de la República”, declaró a Exitosa.
En este sentido, Betssy Chávez consideró que quienes piden la salida de algún ministro, deberán votar en rojo el 8 de marzo, cuando el gabinete Torres acuda ante el Pleno a solicitar el voto de confianza: “Si hemos tenido a varios congresistas diciendo que no les gusta tal o cual ministro y que debe ser cambiado, que sean coherentes el 8 de marzo y voten así. No vaya a ser que vengan solo a tirar piedras, a desestabilizar al país ya la hora de la hora vayan a votar en verde para dar la confianza. (…) Los congresistas tienen sus propios cálculos, cálculos a los que no me voy a prestar”, agregó.
PUEDES VER: Modificación de la ley de colaboración eficaz beneficiaría a Vladimir Cerrón y Keiko Fujimori
Por su parte, la presidenta del Parlamento, María del Carmen Alva, informó que la fecha en que el titular del PCM, Aníbal Torres, se deberá presentar ante el pleno del Congreso para pedir el voto de confianza será el 8 de marzo. Aunque existe un pedido de la congresista y exministra de la Mujer Katy Ugarte para que la fecha sea cambiada, ya que coincide con el Día Internacional de la Mujer.
Más tranquilidad. El último miércoles, Alva, acompañada de representantes de todas las bancadas – incluida la de Perú Libre–, ofreció un pronunciamiento en conjunto en el que se anunció que se acordó establecer un periodo de tregua para reducir el ruido político que estaba generando los constantes enfrentamientos entre el Congreso y el Ejecutivo.