El memorial El Ojo que Llora, declarado Patrimonio Cultural de la Nación, ha vuelto a ser blanco de ataques de representantes de las bancadas de derecha en el Congreso. Para empezar, han citado a la ministra de Cultura, Gisela Ortiz, para que explique los criterios de esta decisión.
El congresista Jorge Montoya (Renovación Popular), por ejemplo, intentó descalificar este espacio de encuentro de familiares de las víctimas del periodo de violencia (1980-2000). “Inaudito. Declarar un monumento del terrorismo como Patrimonio Cultural es una ofensa a las FF. AA. y PNP”, tuiteó Montoya. Parlamentarios como Alejandro Cavero y Norma Yarrow (Avanza País) impulsaron la citada moción, en la que se argumenta que sectores de la población consideran que enaltece al terrorismo.
Ante estas críticas, la expresidenta del Consejo de Reparación (CR) que elaboró el Registro Único de Víctimas (RUV), Sofía Macher, explicó que los nombres en cada piedra del memorial han sido tomados de ese registro, e incluye a ciudadanos civiles, policías y militares asesinados y desaparecidos, y que, de acuerdo la Ley de Reparación, excluye a los subversivos. Incluso destacó que el CR cruzó la información de los nombres con informes de inteligencias, sentencias y otras fuentes; y que además se abrió un procedimiento para que cualquier ciudadano que tenga dudas sobre algún nombre del registro pida revisar el caso.
Foto: Ministerio de Cultura
Según Macher, la presentación de Ortiz en el Pleno es una oportunidad para que les explique de qué se trata este memorial. Además exhortó a Montoya a decir cuál de los nombres que está en el Ojo que Llora es de un terrorista para que el CR revise esa inscripción. “No es justo que se vuelva a terruquear a personas sin ninguna base, a quienes más bien se les está recordando y haciendo un lugar en nuestras memorias”, comentó.
Macher aclaró que nunca se ejecutó la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 2006 que ordenaba al Estado peruano a incluir en el Ojo que Llora los nombres de 42 subversivos asesinados a raíz de un levantamiento en el penal Castro Castro. Macher consideró que esta sentencia debe haber creado confusión en la memoria de algunas personas. “Lika Mutal tomó la decisión de que en el Ojo que Llora solo se registren las víctimas fatales del RUV”, afirmó.
Rosa Palqui, esposa de Jaime Ayala, aclaró que las piedras con los nombres de las víctimas han sido filtradas para corroborar que no sean terroristas. “No es un monumento en memoria de terroristas, sino de víctimas inocentes tanto civiles como militares. No tenemos una tumba, el único lugar al que vamos es al Ojo que Llora”, dijo Palqui.
Carmen Velarde, hermana del teniente Víctor Velarde, asesinado por Sendero Luminoso, no se resigna a su muerte y defendió al memorial como un lugar de reencuentro. “Yo les llamo mis amigos del dolor”.
Doris Caqui, esposa del desaparecido Teófilo Rímac, dijo que el memorial es un espacio que dignifica la memoria de todos los caídos y señaló que la motivación de este sector crítico es “mantenerse vigente políticamente porque no defienden la situación de las víctimas”.
Origen. El memorial El Ojo que Llora fue construido por la artista de origen holandés Lika Mutal, residente en Perú. Recuerda a 32.000 muertos y desaparecido en la época de la violencia que vivió el país (1980-2000).