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Política

Satélite PerúSAT-1 capta dimensión del desastre ocasionado por el petróleo de Repsol

Desplazamiento del hidrocarburo, que se fugó en el terminal multiboyas de La Pampilla el sábado 15, ha llegado aproximadamente a Chancayllo, al norte de la provincia de Huaral, y afecta mar y tierra.

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A más de una semana del derrame de petróleo por responsabilidad de Repsol, imágenes captan la dimensión del desastre ecológico. Imagen: Satélite PerúSAT-1

Hasta el domingo 23 de enero, las corrientes marinas habían llevado el petróleo derramado del Repsol hasta la altura de Chancayllo, al norte de la provincia de Huaral, según imágenes obtenidas por el Satélite de Observación PerúSAT-1 que controla la Agencia Espacial del Perú, de la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida).

En un principio, a las 17:25 horas del sábado 15 de enero, Repsol comunicó a las autoridades que se había producido una fuga del hidrocarburo cuando el barco tanque Mare Doricum hacía una descarga en Terminal Multiboyas N.º 2, una instalación desplegada frente al mar de la refinería La Pampilla.

Satélite PerúSAT-1 capta dimensión del desastre ocasionado por el petróleo de Repsol. Imagen: Satélite PerúSAT-1

La compañía informó que solo se trataba de 0.16 barriles y que el área afectada alcanzaba nada más que 2.5 metros cuadrados. No era cierto. Las imágenes del Satélite de Observación PerúSAT-1 ofrecen una idea aproximada de la espantosa dimensión del desastre.

De acuerdo con el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), fueron 6.000 los barriles de petróleo vertidos durante el incidente registrado en el proceso de descarga del hidrocarburo, de un total de 985.000 barriles que contenía el Mare Doricum.

Satélite PerúSAT-1 capta dimensión del desastre ocasionado por el petróleo de Repsol. Imagen: Satélite PerúSAT-1

El buque tanque arribó a La Pampilla el sábado 14 de enero a las 19 y 10 horas, y estaba prevista su partida el domingo 16, pero la embarcación de bandera italiana quedó retenida mientras duren las investigaciones, desde el sábado 15 de enero en que se produjo el derrame.

Ayer domingo entrevistado en el programa Punto Final de Frecuencia Latina, el presidente de Repsol, Jaime Fernández-Cuesta, aceptó que su empresa no asumió desde el principio la gravedad que ahora se puede observar en toda su amplitud por las imágenes satelitales captadas por el PerúSAT-1.

A más de una semana del derrame de petróleo por responsabilidad de Repso, imánges captan la dimensión del desastre ecológico. Imagen: Satélite PerúSAT-1

“No fuimos conscientes de la magnitud de este evento hasta que llegó el petróleo a las playas”, declaró el funcionario de Repsol.

OEFA ha reportado que han sido afectados por la fuga de hidrocarburo por lo menos 7 139 571 m2 de océano y 1 800 490 m2 de playas.

Las imágenes de PerúSAT-1 permiten identificar las zonas del mar dañado por el petróleo, así como también zonas costeras.

En un primer informe preliminar, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) planteó la probabilidad de la ruptura de algunas de las conexiones entre el Terminal Multiboyas N.º 2 y el tanquero Mare Doricum debido a un movimiento brusco del tanquero. Pero no mencionó que esto se podría haber producido por un oleaje anómalo.

A más de una semana del derrame de petróleo por responsabilidad de Repsol, imágenes captan la dimensión del desastre ecológico. Imagen: Satélite PerúSAT-1

Sin embargo, el presidente de Repsol insistió en la teoría de mareas excepcionales que generaron “una fuerza súbita extraordinaria” que torcieron tuberías.

Osinergmin en su reporte destaca que la compañía tardó en activar sus protocolos de alerta y de control, lo que no permitió una inmediata y adecuada acción para detener la fuga de petróleo.

Satélite PerúSAT-1 capta dimensión del desastre ocasionado por el petróleo de Repsol. Imagen: Satélite PerúSAT-1

“Lamentamos el error de percepción del personal”, dijo Jaime Fernández-Cuesta al explicar por qué demoraron para reaccionar.

Expertos consideran que se trataría del peor desastre ecológico en la historia del mar peruano. Las imágenes satelitales parecen confirmarlo.