La ministra de Cultura, Gisela Ortiz, cuestionó este viernes las recientes mociones de interpelación que se presentaron contra el titular del Interior, Avelino Guillén, y el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez. La titular del Mincul indicó que detrás de estos pedidos existiría “interés político” por desestabilizar al Gobierno del presidente Pedro Castillo.
En declaraciones a TV Perú, Ortiz precisó que “la interpelación a un ministro es como la última etapa del pedido de cuentas” y que “para el trabajo que realizamos es bastante agotador tener que estar acudiendo al Congreso a responder sobre cuestiones específicas, pero que siempre estamos comunicando”.
“Creo yo que, cuando se interpela a un ministro, hay no solamente una serie de preguntas que ya han sido respondidas en su momento, sino también otro interés político y, en este caso, claramente es de seguir desestabilizando al Gobierno. En todo caso, la voluntad del Ejecutivo es la de siempre respetar las estancias de vigilancia y control político que existen en el Congreso, seguir colaborando y, más bien, identificar los puntos comunes de trabajo”, indicó.
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A raíz de una denuncia de la comunidad afroperuana, la titular de Cultura instó a rechazar todo acto de discriminación e “implementar estas política de reconocimiento y respeto a la población afroperuana, también a comunidades originarias y campesinas, como en el caso del presidente Pedro Castillo”.
“(El mandatario) ha sufrido una serie de expresiones racistas por ser de una región como Cajamarca y también por su condición de rondero”, apuntó.
En el transcurso de esta semana se presentaron mociones de interpelación contra los ministros Avelino Guillén (Interior) y Rubén Ramírez (Ambiente).
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Guillén Jáuregui es cuestionado por el avance de la inseguridad ciudadana y la reciente elección de prefectos presuntamente vinculados al Movadef, mientras que Ramírez es citado por la representación nacional a raíz de presuntas irregularidades en designaciones de funcionarios y trabajadores de su sector.