El presidente Pedro Castillo y la primera ministra Mirtha Vásquez suscribieron este jueves 20 de enero el decreto supremo que declara de interés nacional la emergencia climática en la playa Cavero (Ventanilla), zona afectada por el derrame de petróleo de la refinería La Pampilla S.A.A., de la multinacional Repsol YPF S.A.
Durante la actividad, la población exclamaba “¡Fuera, Repsol!”, mientras la presidenta del Consejo de Ministros y el presidente de la República anunciaban una serie de medidas que había tomado el Gobierno ante el daño ambiental.
La primera en tomar la palabra fue la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, quien anunció una serie de acuerdos con la empresa Repsol para remediar el derrame de hidrocarburos.
Vásquez dijo en su tercer acuerdo socioeconómico que “la empresa se ha comprometido a entregar canastas de productos básicos para las familias de las zonas afectadas”. No obstante, este anuncio no fue del agrado de los ciudadanos del lugar, quienes rechazaron la ayuda y gritaron a una sola voz: ¡Fuera, Repsol!.
En el cierre de su discurso, Mirtha Vásquez expuso que “la empresa se ha comprometido a no dejar impune el daño ambiental”. Esto, ante el evidente malestar de la población que seguía gritando en contra de la empresa.
Lo mismo sucedió con el presidente Pedro Castillo, quien en su exposición fue interrumpido con la misma frase —¡Fuera, Repsol!— cuando explicaba que la “norma de naturaleza ambiental es de modo directo un derecho contra la pobreza”. Asimismo, agregó que “es una apuesta por un país más justo y más solidario donde el daño ambiental que causan las empresas tiene que ser frenado”.
Anteriormente, había mencionado que “la ciudadanía tiene que saber que este Gobierno tiene un genuino compromiso con la reducción de los efectos del cambio climático porque sabemos que, de seguir incrementándose la temperatura y los daños ambientales, los afectados seremos todos y cada uno de nosotros. Serán afectados los más pobres del país y los hombres del campo”.