Susana Shizuko Higuchi Miyagawa falleció este 8 de diciembre a causa de un cáncer. La ex primera dama y congresista denunció en 1994 los maltratos y torturas ejecutados por su entonces esposo Alberto Fujimori y su asesor, Vladimiro Montesinos. José Alejandro Godoy, autor del libro “El último dictador” recordó que las declaraciones de la madre de Keiko Fujimori fueron desacreditadas.
“Sí, fue una víctima (...) Se le tachó como una persona con problemas mentales, problemas psiquiátricos que es algo común cuando se trata de desacreditar denuncias vinculadas a la violencia contra la mujer”, dijo durante una entrevista a Epicentro TV.
La relación entre Susana Higuchi y sus hijos se desquebrajó aún más tras la fuga de Alberto Fujimori a Japón en el año 2000. El mismo Kenji Fujimori reveló que no tuvo contacto con su madre por casi cinco años.
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Agregó que la ruptura pública del matrimonio Fujimori se dio en 1993, año de apogeo del mandato del expresidente. El analista político apuntó que la alta popularidad del sentenciado exmandatario permitió que la ciudadanía perdone este tipo de actos violentos.
“Un presidente que luego de divorciado declara que quiere tener una esposa con buenas piernas o que coquetea públicamente con figuras del espectáculo que llegaban a Lima es alguien que hoy sería tachado de machista para abajo”, señaló.
El libro El último dictador relata cómo el divorcio entre Alberto Fujimori y Susana Higuchi fue firmado al frente de Vladimiro Montesinos. El escritor recalcó que tras la ruptura, el expresidente montó un ala dentro del segundo piso del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), mientras que su entonces esposa continúo viviendo en Palacio de Gobierno.
“Montesinos aprovecha ese momento de quiebre no solo para copar a Alberto Fujimori; sino también a los hijos”, comentó.