Política

Susana Higuchi: el perfil político de la primera dama que denunció a un gobierno dictatorial

La madre de Keiko Fujimori significó una pieza clave para el inicio del descubrimiento del gobierno corrupto de su exmarido, ya que no se mostró temorosa al denunciarlo.

Susana Higuchi. Foto: Negativo archivo
Susana Higuchi. Foto: Negativo archivo

Susana Shizuko Higuchi Miyagawa falleció la mañana de este 8 de diciembre. Durante su participación como primera dama de la nación fue una de las primeras en exponer la corrupción de su exesposo Alberto Fujimori e incluso tuvo la valentía de denunciar agresión física y psicológica por parte de él en 1994, tiempos en los que no se hablaba de violencia de género. Asimismo, cuando fue congresista de la República (2001-2006), continuó exhibiendo la corrupción del líder fujimorista.

El inició de la oposición

Susana Higuchi se casó con Alberto Fujimori en 1974. Por mucho tiempo fue el sustento familiar debido a la empresa que ella manejaba y le mostró apoyo a su esposo con respecto al ingreso en la política; sin embargo, existían desacuerdos de la pareja antes de que líder fujimorista llegara al poder.

“Durante la época electoral, varios biógrafos señalan que para ese momento ellos ya tenían un régimen especial de separación bajo el mismo techo. Esto se agudiza cuando ella empieza a tomar protagonismo, y mucho más cuando denuncia que sus cuñadas se habían quedado con ropa de donaciones japonesas para la caridad. Ese es el punto del quiebre del matrimonio”, señala José Godoy, escritor del libro el Último dictador.

Foto: Archivo LR

Foto: Archivo LR

En la misma línea, hubo momentos en los que ella contó por teléfono a la prensa que se encontraba encadenada en Palacio de Gobierno y que no le permitían su salida. Estas denuncias fueron negadas siempre por Fujimori cuando se le consultaba en medios televisivos.

Denuncia de violencia de género

En 1994 se dio a conocer la denuncia de violencia de género, que en su momento no afectó el Gobierno fujimorista. Hoy en día, distintos usuarios en sus redes sociales resaltan la valentía política al exponer la violencia del presidente de la República de ese entonces, quien contaba con altos índices de aprobación. “Esas denuncias se dan cuando Fujimori estaba en la cúspide de su popularidad (…). El país era mayoritariamente fujimorista”, expresa el escritor del citado libro.

Sus hijos no le dieron crédito a esta denuncia. Incluso Kenji dijo que ella padecía de problemas psicológicos (…). En los años siguientes se ha ido valorando la denuncia no solo por el hecho, sino también porque sus hijos le dieron públicamente la espalda”, resalta Godoy.

Paso por el Congreso

Según Godoy, el paso de Higuchi en el Congreso fue sobrio. “Ella tenía la necesidad de hacer política y reivindicar su nombre y, al mismo tiempo, la necesidad de señalar algunas cuestiones claras del gobierno de su exmarido”.

Es por ello que, en su tiempo como congresista, reveló durante una sesión plenaria del 2003, que Alberto Fujimori hizo que se promulgará la Ley 26574, en diciembre de 1996, con el propósito de mantener su nacionalidad japonesa, según una publicación oficial del Congreso de la República.

En el 2001 reveló que Fujimori contaba con un gran monto de dinero en un banco japonés, el cual habría capturado de las donaciones que el Perú recibió de Japón para los niños pobres durante todo su gobierno. De la misma manera, contó que, en los primeros viajes al país asiático, muchos ciudadanos de ahí ofrecieron al expresidente sobres cerrados con dinero en efectivo para ser destinado a los niños pobres de Perú.

Asimismo, la excongresista también exigió que el denunciado por corrupción retornara al Perú para responder a la Justicia, y recordó que nunca tuvo temor de exponerlo públicamente. “Yo nunca le he tenido miedo a él (Fujimori) ni a Montesinos. Si no tiene miedo (Fujimori), que venga, pues”, dijo, según constata una publicación de agencia Andina del 2004.

A pesar de que se espera que ella pudiera dar más detalles del gobierno dictatorial de Fujimori, decidió mantenerse al margen de las denuncias y acusaciones de su exesposo y prefirió “reconstruir su familia”, así como ella declaró en una entrevista con Marco Sifuentes en el 2006.

“Nunca fue muy consistente como opositora. Daba una impresión que era una persona insegura de sí misma. Siempre fue una voz incómoda para el fujimorismo, pero no demasiado peligrosa”, comenta Luis Jochamowitz, escritor de Ciudadano Fujimori.

En el 2016, durante una actividad proselitista de Fuerza Popular, declaró que no le tenía rencor a Alberto Fujimori por todo lo que le había hecho. Incluso en este último año se le vio apoyando la candidatura de su hija Keiko Fujimori, y sus momentos finales los pasó al lado de la familia, a la que priorizó desde siempre.