El Ministerio Público presentó una solicitud de impedimento de salida del país para José Nava Mendiola y Carlos Emilio Nava Guibert. Ambos están implicados en investigaciones por presuntos delitos de lavado de activos y pertenencia a una organización criminal, relacionados a la constructora brasileña Odebrecht. Así lo dio a conocer la Fiscalía a través de sus redes sociales y plataformas.
En ese sentido, la fiscal Lily Romualdo argumentó que existe un peligro de fuga de los imputados debido a “sus continuos viajes al exterior y porque se espera recibir información de la empresa Odebrecht y realizar otras diligencias que requieren asegurar su presencia”.
Por otro lado, se indica que Romualdo aseveró que hay sospechas reveladoras de la comisión del delito por un desbalance patrimonial de parte de los dos investigados, quienes son socios de la empresa Transportes Don Reyna que mantuvo contratos con Odebrecht.
Asimismo, el Ministerio Público anunció que la solicitud del impedimento de salida del país aplica también para Rodrigo Pérez Albela Hernández, extrabajador de la misma compañía de transportes quien, sin ostentar algún cargo directivo, abrió una cuenta en la que depositó dinero por indicaciones de Nava Mendiola.
Años atrás, el fiscal José Domingo Pérez confirmó que José Antonio Nava Mendiola, hijo del exsecretario de la Presidencia durante el segundo gobierno de Alan García, Luis Nava Guibert, recibió dinero de Jorge Barata entre finales de 2006 y principios de 2007, cuando era jefe de Odebrecht en el Perú.
“Jorge Barata me llamaba y me pedía que pasara por su casa para recogerlo y llevarlo a la casa de mi padre. Algunas veces lo recogía y llevaba el dinero a mi padre y otras veces me pedía que yo le llevara unas mochilas en diferentes oportunidades, que nunca abrí pero sé que había dinero”, declaró Nava Mendiola en su testimonio.
Este recibió también casi medio millón de dólares de la denominada Caja 2 de Odebrecht entre enero y octubre de 2010, de acuerdo a información de IDL-Reporteros. Dichos pagos se habrían dado cuando la constructora brasileña, en consorcio con la peruana Graña y Montero, trabajaron en el Metro de Lima durante el referido periodo presidencial.