La muerte del terrorista Abimael Guzmán, fundador de Sendero Luminoso (SL), es un parteaguas en la historia reciente peruana. El historiador y escritor José Carlos Agüero, la historiadora Cecilia Méndez, el politólogo y exmiembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) Rolando Ames, y la también exintegrante de la CVR Sofía Macher ofrecieron sus reflexiones.
“No es cualquier día, es uno especial para la historia negra y triste del país”, afirmó Agüero.
Añadió que esta es una oportunidad para que los actores políticos muestren su “responsabilidad y sensibilidad en el tratamiento de un tema complicado”. “El pasado de la violencia política es uno de vergüenza y sufrimiento, que no merece el tratamiento que está recibiendo actualmente de izquierdas y derechas”, dijo.
En palabras de Agüero, la muerte de Guzmán debería hacernos recordar “de verdad” a las víctimas de SL.
“Es un momento no para manipular ni jugar con los sentimientos de la gente. Es uno para condolernos por quienes directamente sufrieron con la acción bárbara de SL”, sostuvo.
Refirió que algo importante a considerar es que el pensamiento Gonzalo, el dogma de fe de SL, se extingue con Guzmán. “Siempre habrá escolásticos, pero no habrá opciones de que ese soporte ideológico se renueve. Se va con el creador. Muerto el oráculo, muerto el discurso. Eso es positivo”, dijo.
Agregó que es la oportunidad para que los peruanos y peruanas que militaron en organizaciones subversivas o estuvieron en su entorno se aproximen a su pasado, “que es también el nuestro”, de manera reflexiva y autocrítica, pensando en su experiencia de vida y en quienes afectaron con sus acciones y decisiones.
“No sé si eso es reconciliación, pero sí es hacerse cargo de la propia experiencia de cada uno, de la historia que ha tenido cada sujeto para mirarse con responsabilidad, seriedad y autocrítica. Esto no es fácil de hacer porque en el Perú nunca se ha generado este proceso. No hay una política de posconflicto”, indicó.
“Hago un llamado para actuar con mucha sensibilidad y respeto con las víctimas, que no merecen que el sufrimiento sea usado por intereses mezquinos de corto plazo”, declaró.
De acuerdo con el escritor, el deceso de Guzmán debe hacernos recordar “que hay muchos problemas que dejó el conflicto armado interno que no se han resuelto”. “Hay justicia pendiente, verdad por esclarecer, memoria por recuperar. Y eso no se resolverá porque pase el tiempo. Guzmán ha muerto y eso, de alguna manera, resuelve algo, sin embargo todas las otras enormes deudas con las víctimas no se honrarán porque las generaciones transcurran. Eso no es un tratamiento responsable”, comentó.
Agüero, además, rescató la vigencia del informe de la CVR como un documento necesario para acercarse al periodo de SL, “sus causas, su origen, sus acciones, sus crímenes, su derrota y, también, las violaciones cometidas por agentes estatales”.
Méndez también ofreció sus reflexiones. La historiadora consideró que el carácter “vesánico e injustificado” de la violencia de SL y la “respuesta proporcional y muchas veces desmesurada de las fuerzas del orden” han dejado traumas que siguen vivos en la sociedad peruana. “En algún sentido, el legado de Guzmán me preocupa menos que el uso que pueda hacerse del trauma que provocaron. Sendero fue siempre un grupo muy pequeño; se calcula que sus militantes eran 3.000 al momento de la captura de Guzmán. Lo que sucede es que, como con toda organización terrorista, sus actos generaron un impacto desproporcional al tamaño de la organización, El pánico es la forma en que todos los terrorismos buscan imponerse”, dijo.
Méndez. "El informe de la CVR debe hacerse de lectura obligatoria en los colegios". Foto: difusión
Méndez pidió “educarnos con la verdad” y consideró que el informe de la CVR debería ser de lectura obligatoria en los colegios. “Ahora que ha muerto un cabecilla que promovió tan insensato derramamiento de sangre, no solo basta con condenarlo. Es necesario entender lo que le dio origen, conocer y no negar la historia de nuestras violencias que explican, a su vez, tan enorme violencia. No puede seguirse con la actitud convenida y negacionista de decir que los senderistas no son peruanos y eso no tiene que ver nada con el Perú. Más bien hay que preguntarse, como hizo Carlos Iván Degregori, el intelectual más importante del informe de la CVR, por esa ‘falla geológica’ de nuestra democracia que posibilitó que surgiera en nuestra sociedad algo tan nefasto como SL”, explicó.
Instó, aparte, a respetar el dolor de las víctimas “de una guerra cruenta que nunca debió ocurrir” y no manipularlo con fines políticos.
Por su parte, en la visión de Ames, Guzmán representa “el final de una etapa ya pasada”. “Era alguien que no estaba políticamente vigente. Hay que ser muy rigurosos en lo que se diga. La violencia revolucionaria es un producto ya caduco en el Perú y en el mundo, en el sentido de una vanguardia política que puede derrotar militarmente a un ejército institucional. Esa idea de que desde el Estado puedes cambiar el mundo ya no es viable. La sociedad es más informada y pensante, pese a todo”, señaló.
“Acá terruqueas, acá todos son SL, y hay que salir de esa mirada desfasada”, sostuvo. En ese sentido, de acuerdo con Ames, “en el Perú se necesita de un proyecto democrático de país, no solo político”.
“Lo positivo de estos momentos es que la política volvió a ser interesante para los campesinos, para los grupos más poderosos. La tarea que hace falta es que discutamos qué país queremos y cómo hacerlo”, afirmó.
Asimismo, Macher planteó que la muerte de Guzmán representa la oportunidad de tomar conciencia de que la suya se trató de una ideología criminal que se construyó bajo una moral en la que se permitía el aniquilamiento como una estrategia para tomar el poder.
Ames. "Hay que ser muy rigurosos en lo que se diga". Foto: Roberto Guerrero/La República
“(La de Guzmán) fue una mente criminal. No se trata de gente loca que tuvo una infancia infeliz y se dedicó a ser terrorista de grande. Es una construcción ideológica, una narrativa donde el fin justifica los medios. La estrategia de SL era el aniquilamiento selectivo, justificado porque con eso se iba a tomar el poder”, explicó Macher.
Consideró que la forma de evitar que una narrativa criminal como la ocurrida con SL se pueda desarrollar de nuevo es que se estudie en los libros de secundaria lo que significó la guerra que inició aquel grupo.
“La manera de parar y que no surjan nuevos abimaeles, nuevas iparraguirres es conociendo y hablado de esto. Los chicos tienen que saber lo que significó la guerra que inició SL. La CVR tiene dos capítulos: uno dedicado a toda su historia y cómo estaba organizado; y otro que explica por qué pudo ser tan violento. Eso debería ser estudiado, estar en los libros de texto de secundaria. Tienen que poner ese par de capítulos en el currículo escolar”, sugirió.
La desaparición de Guzmán nos enfrenta con lo peor de nuestro pasado reciente. A la vez, es la oportunidad de pensar en lo que ocurrió y evitar que se repita.
Sofía Macher advirtió que sectores militares y del fujimorismo rechazan el informe de la CVR porque señala -también- que el Estado cometió violaciones a los derechos humanos, lo que impide una discusión sobre ese periodo.
“Pero eso no puede ser lo que domine. Lo que tiene que removernos esta muerte de Guzmán es que los chicos entiendan qué significó esta ideología criminal y eso es lo que tienen que estudiar, eso es lo que tienen que saber, No hay que esconderlo debajo de la mesa”, manifestó la excomisionada de la CVR.