Pedro Castillo no toma decisiones para evitar tener más conflictos
Paralizado. El presidente defiende al ministro Iber Maraví. No lo cambiaría porque quiere evitar abrirse un frente con el magisterio. Tampoco lo haría con Guido Bellido para no perder apoyo de Perú Libre. Ayer volvió a reunirse con Verónika Mendoza en Palacio.
El jueves a las 9 de la noche, una fuente del Gobierno aseguró que el presidente Pedro Castillo iba a cambiar a cuatro ministros. No quedaba claro si sería el de Trabajo, Iber Maraví, vinculado a actos terroristas, según ‘Panorama’. Una hora y media después, Castillo recibe en su despacho al congresista de Perú Libre Guillermo Bermejo. La conversación duró hasta las 11.13 p. m. Bermejo, uno de los alfiles de Vladimir Cerrón, aseguró a su salida que el presidente no iba a mover a Maraví.
La misma fuente, enterada al respecto, aseguró que de todas maneras se avecinan cambios, pese a las afirmaciones de Bermejo.
Ayer por la mañana hubo Consejo de Ministros. La expectativa era que los ministros aborden dos temas: el caso Maraví y la situación del premier Guido Bellido, acusado por la congresista Patricia Chirinos, de Avanza País, de haberla agredido con insultos misóginos.
Maraví, aseguran otras fuentes, “llegó empoderado” al sentirse protegido por el presidente. Sucede que el ministro es la cuota del magisterio en el gabinete. Fue secretario del SUTE en Ayacucho. Apoyó la huelga docente que lideró Castillo en 2017. Dos años después, ambos fueron al Ministerio de Educación buscando la inscripción de la Fenateperú. Maraví, ni bien asumió la cartera de Trabajo, formalizó este sindicato, que actualmente es dirigido por Moisés Chipana, ligado al Conare.
Maraví puso su cargo a disposición el último lunes. Pero Castillo, según las mismas fuentes, ha buscado que cesen los reclamos por el ministro para, al final, mantenerlo en el cargo; esto apelando al silencio, pese a que Bellido ya sugirió que el titular de Trabajo renuncie.
Iber Maraví lidera la cartera de Trabajo y Promoción del Empleo. Foto: MTPE
El tema pasó por agua tibia en la sesión de ayer. Los ministros también abordaron el caso de Bellido. “Él insistió muy firme en que no es verdad lo dicho (por Chirinos)”, contó una fuente del Ejecutivo. La ministra de la Mujer, Anahí Durand, se mostró incómoda con el jefe de la PCM. Es su cartera, la encargada precisamente de proteger a las mujeres frente a la violencia de género. La relación entre Bellido y Durand se ha vuelto protocolar. El premier apeló a zanjar el tema. No hubo humo blanco.
La vicepresidenta Dina Boluarte ha recomendado, aseguraron otras fuentes de este diario, la renuncia de Maraví y Bellido. Castillo no ha respondido.
Es cierto que evalúa reestructurar su gabinete, pero busca hacerlo sin tener más conflictos con sus aliados. Cambiar a Maraví le abre un frente con la Fenate y sus congresistas del magisterio. Y remover a Bellido también le abre otro flanco, no solo con Vladimir Cerrón, quien ha perdido espacio y está más abocado a sus procesos legales, sino con el propio partido oficialista que respalda al congresista cusqueño.
En el gabinete se han formado dos grupos: los que solo darían un paso al costado si lo pide Castillo y los que respaldan al primer ministro.
Con Castillo están la vicepresidenta Boluarte y los ministros Anibal Torres (Justicia), Pedro Francke (Economía) y Walter Ayala (Defensa). Por el momento, se conoce que del lado de Bellido están el ministro Ciro Gálvez (Cultura), Juan Francisco Silva (Transporte) e Iván Merino (Energía y Minas), esposo de Celeste Rosas, exintegrante del equipo técnico de Perú Libre en la segunda vuelta.
Sesión. Consejo de Ministros se reunió ayer en ambiente tenso. Foto: difusión
En ese escenario, el presidente ha apelado, como lo hizo hace dos semanas, cuando meditó cambiar a Bellido, a conversar con la lideresa de Nuevo Perú, Verónika Mendoza. La última vez que ambos se reunieron en Palacio fue porque el jefe del Estado buscaba hacer cambios en su gabinete. En esa oportunidad, Mendoza le pidió que el primer ministro se quede en el cargo. Pero esta vez la coyuntura es distinta, sobre todo por la denuncia contra el jefe de gabinete.
Mendoza ingresó a las 4.25 p. m. a Palacio de Gobierno. Veinte minutos después se sumó a la conversación la ministra Durand. Ambas han exigido que se investigue el caso del presidente del Consejo de Ministros. La excandidata se retiró primero. Se quedaron el presidente y la titular de Mujer.
Al cierre de esta nota, otra fuente aseguró que los cambios en el gabinete no pasan de esta semana. Este diario informó el lunes que en la mira estaban los ministros de Minas, Transportes y Cultura. Los hechos avanzan en esa dirección, pero falta que Castillo se anime a gobernar.
Voz. Verónika Mendoza visitó Palacio en otro momento clave. Foto: difusión
José Alejandro Godoy, analista político
“El presidente Pedro Castillo ha tenido un estilo en el que ha tratado de satisfacer a todos los grupos en general que lo han estado rodeando y lo que se ve ahora es a un presidente que no tiene cómo tomar decisiones. Para eso debe definir quiénes van a ser los aliados de su gobierno y deberá hacer algo que no hizo antes: ser claro con quiénes va a contar o no. Y eso es algo que se ha negado a hacer”.
“Es un momento en el que se debe dar cuenta. Requiere contar de cuatro sólidos. Varios de sus cuadros le han traído problemas. El caso de Iber Maraví es inaceptable. Y del señor Guido Bellido, quien a raíz de las declaraciones de Patricia Chirinos, se vuelve a colocar sobre la mesa que no es idóneo para el cargo. El presidente tiene que tomar un conjunto de decisiones claves para poder continuar”.
Castillo juró como presidente de la República el último 28 de julio. Foto: composición/La República
La clave
En la mira del Congreso. Las bancadas de Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular presentaron ayer una moción de interpelación contra el ministro de Trabajo, Iber Maraví. Debe responder 7 preguntas.
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