La minicrisis del gabinete ministerial —que hoy pedirá la confianza al Congreso— ha servido para comprender mejor algunos de los roles que juega cada parte en la frágil coalición de gobierno.
Ya se ha hablado sobre el hecho de que Pedro Castillo quiso hacer cambios ministeriales impulsado —entre otras cosas— por la molestia que le generan actitudes como la de Vladimir Cerrón, quien a través de sus tuits supone un desafío a la autoridad del propio mandatario.
Menos se ha hablado del papel que jugó la líder de Nuevo Perú (NP), Verónika Mendoza. Como se conoce, ella visitó Palacio el lunes en la mañana.
En un inicio, versiones periodísticas señalaron que ella asistió a conversar con el mandatario para pedir la renuncia del premier Guido Bellido. Ese mismo día, personas del entorno de Perú Libre (PL) que fueron consultadas empezaron a desmentir dicha versión.
La publicación Sudaca, en una crónica difundida ayer, señaló que Mendoza no pidió que Bellido dé un paso al costado; más bien, según el artículo, “abogó” ante Castillo a su favor.
Este diario consultó con tres personas del entorno de NP, y las tres respondieron que, en efecto, Mendoza nunca solicitó la cabeza del premier.
Quedó claro, de acuerdo con las versiones recogidas, que Mendoza apostó por ayudar a calmar las turbulentas aguas del Ejecutivo. Posiblemente se evaluó que promover cambios drásticos en el corazón del Gobierno podría llevar, incluso, al quiebre de la relación con PL.
Esa sería una muy mala noticia para un presidente débil como Castillo, sobre quien pende una amenaza de vacancia desde el día siguiente en que asumió el poder.
Desde NP explicaron, además, que las reuniones entre Castillo y Mendoza no son “una cosa extraña”, que si bien es cierto que esta última se produjo después “de un tiempo” y en un contexto muy particular (antes de un debate de confianza en medio de un ambiente bastante polarizado), ambos mantienen contacto.
Pedro Castillo, Poder Ejecutivo.
En Nuevo Perú añadieron que la conversación entre Castillo y Mendoza debe entenderse “dentro de un marco” en el que la agrupación se manifestó públicamente a favor del Gobierno y del “gabinete del cambio”.
En efecto, el lunes 23, el mismo día de la visita de Mendoza a Palacio, NP colocó en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “Este jueves 26 nos movilizamos para hacer escuchar nuestra voz. ¡El pueblo votó por un Ejecutivo cercano y chamba! Por eso defenderemos con valentía en todo el Perú el Gobierno y el gabinete del cambio, desde el Congreso y desde las calles”.
Lucía Alvites, que integra la comisión política de NP, declaró sobre la cita del lunes: “De ninguna manera (pedimos la salida de nadie). Nunca, nosotros no hacemos política por medio de nombres. Nuestros apoyos son a procesos, a programas. Hay que decir también que es sumamente normal que el presidente se reúna con sus aliados. Lo que buscamos es aportar poniendo al país por delante. No ha habido nombres, no ha habido nada de sacar ni de poner a nadie. Fue un diálogo en el marco de un acuerdo político programático”.
En la lectura de NP, el peligro real está en la “avanzada golpista” que promueve, siguiendo esta evaluación, una parte del Congreso y la “ultraderecha”.
“Por eso, cuando se lee que Verónika Mendoza pidió cabezas, eso no responde con la realidad”, añadió, a su vez, otro dirigente de NP.
El martes, Mendoza ofreció una entrevista a TV Perú Noticias, en donde señaló que rescataba del gabinete que lidera Bellido el hecho de que se encuentre expresada una “diversidad” que, alegó, estuvo relegada por años.
“Preferirían que la argolla limeña de siempre se rote el gobierno. Que funcionarios pasen de la empresa privada al Estado en una puerta giratoria”, agregó la excandidata presidencial.
La alianza de NP con Castillo continúa. Hasta cuándo, eso no se sabe. Ni es posible predecirlo. Su futuro dependerá de varios factores; uno de ellos, el comportamiento del propio Cerrón y el entorno más duro de PL.
El lunes 23, el presidente Pedro Castillo asistió al lanzamiento del denominado “gabinete popular”, plataforma de asociaciones de base que buscará promover propuestas para diferentes sectores. Es presidido por la profesora Mery Coila, quien además lidera el Partido Político Magisterial y Popular (PPMP), el cual buscará oficializar su inscripción ante el JNE y que nace de las bases magisteriales que respaldaron a Castillo en la campaña. “Este gabinete lo forman un conjunto de organizaciones para que puedan expresar sus problemas”, indicó Coila. En caso el mandatario decida en algún momento cortar con Perú Libre, este podría ser su nuevo refugio, uno con el que, todo hace indicar, se siente más cercano y cómodo.
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