El fundador de Perú Libe, Vladimir Cerrón, dio cuenta de una reunión que sostuvo con Carlos Roca, reconocido militante aprista. El también discípulo de Víctor Raúl Haya de la Torre responde en esta entrevista sobre los temas que abordaron, entre ellos la convocatoria a una asamblea constituyente.
- Vladimir Cerrón informó en su cuenta de Twitter que se reunió con usted y hasta subió una foto. Tuvo bastantes comentarios, sobre todo de militantes de su partido, un poco descontentos con la situación. ¿Cómo así llegó a conversar con el fundador de Perú Libre?
Entiendo que quería conocerme sobre todo para abordar el tema de la posible convocatoria a una asamblea constituyente (AC). Tengo mi punto de vista y se lo expresé a él, que fue alguien muy gentil, muy amable. Tuvimos una larga conversación. Yo he estado haciendo una campaña por el retorno a la Constitución de 1979 y le entregué un ejemplar.
- ¿Qué intercambiaron sobre la asamblea constituyente?
Que yo entendía que el presidente Castillo y los miembros de Perú Libre estaban en contra del texto del 93, aprobado por un referéndum promovido por una dictadura, la más corrupta y violadora de los derechos humanos que hemos tenido. Le comenté que en la eventualidad de una AC, se podría empezar a discutir sobre la Constitución de 1979. Lo que me interesaba hacerle conocer era que se tuviera en cuenta el espíritu de esa carta, producto del entendimiento con las fuerzas políticas. En esa AC, Víctor Raúl dialogó con todos.
- ¿Y él qué le respondió frente a la sugerencia?
Escuchó, incluso cuando critiqué la propuesta de que la AC debería tener representantes de organizaciones sociales de base. Yo pienso que los miembros de un organismo así deben ser, todos, elegidos por el pueblo. La idea no es mala, pero debe ser aplicada en otra institución. Él me explicó, también, que ellos van a ir por el referéndum y van a recolectar las firmas para que el pueblo decida si la AC va o no.
- ¿Qué impresión le dejó Cerrón?
Me pareció una persona muy cordial. Estuvo muy atento a lo que le decía. Estuvo muy receptivo sobre lo de la Constitución.
- Cerrón también puso en su cuenta de Twitter que conversaron de reabrir la embajada de Corea del Norte, un detalle que también generó comentarios.
Me preguntó cómo había sido el establecimiento de relaciones diplomáticas que se hizo durante el Gobierno aprista, al final del mandato del compañero Alan García. Le obsequié un ejemplar de un documento publicado por Kim Il-sung sobre la lucha del pueblo coreano para la materialización de la idea Juche. Fue a propósito de una charla a la delegación del PAP del 30 de junio al 5 de julio de 1983, presidida por Alan García y en la que yo participé.
Las relaciones se suspendieron durante el Gobierno de Kuczynski. Le comenté que quizás no era el momento oportuno y pertinente (para restablecerlas). Recuerdo que Corea del Norte nos dio la mano en la lucha contra el terrorismo, nos vendieron armas a precio muy por debajo del mercado. Ahí aproveché para decirle al señor Cerrón que es justificable la actitud de los compañeros frente a Sendero Luminoso, porque más de 1.300 apristas fueron asesinados. Por eso, estamos radicalmente en contra del terrorismo y de todo lo que signifique SL.
- ¿Cómo ve usted la actualidad política? Imagino que eso también fue motivo de reflexión.
Este es un momento difícil. Hay un sector que pide la vacancia, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Yo creo que el profesor Castillo ha ganado la elección, ha sido electo. Respeto las opiniones de todos aunque no entiendo cómo algunos compañeros míos quieren marchar este domingo hacia el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas a pedir qué, ¿un golpe? ¿A pedir el quiebre del orden constitucional? Eso no se puede aceptar. Tenemos que aprender a dialogar y a concertar.
- Hay sectores de su partido que no están tan dispuestos a ese diálogo, me parece.
Mire, en el APRA hubo compañeros que en la primera vuelta apoyaron abiertamente a López Aliaga, una persona que, para mí, es un representante de la reacción en el Perú, un fascista. Lo apoyaron y estuvieron con él y hacían campaña. Y en la segunda vuelta, frente a lo que ellos llamaban amenaza del comunismo, se embarcaron detrás de la señora Fujimori, apoyándola y acompañándola. Incluso, algunos compañeros hablaron en los mítines, elogiándola como representante de la democracia. No quiero juzgarlos, son libres. Cada quien puede votar como le dé la gana…
- ¿Pero?
Pero, ¿hacer campaña y hacernos perder identidad? Los compañeros deben recordar que somos un partido de izquierda democrática, pero de izquierda, y por lo tanto los apristas no podemos estar al lado de los sectores más conservadores y reaccionarios que el Perú tiene. Hay una desideologización hoy en el partido.
- Lo que no quita que haya motivos de genuina preocupación por ciertas figuras del gobierno.
No, no. Claro, preocupan vínculos con sectores del Movadef, por ejemplo. Mire, los apristas estamos acostumbrados a combatir a los totalitarismos, siempre lo hemos hecho, pero tener un prejuicio frente al presidente Castillo, sindicándolo como comunista o senderista, no pues. Hay otros intereses también, ¿no? Los compañeros deberían hacer un examen de autocrítica para darse cuenta de por qué tomaron esas actitudes. Yo no las comparto. Creo en el diálogo y en la concertación y frente a la posibilidad de una AC, el APRA tiene su bandera: la Constitución de 1979.