Después de una jornada en la que se le hicieron imputaciones sin fundamento en el Congreso, y comenzó a circular una moción para censurarla por supuestamente haber tenido conocimiento de que el expresidente Martín Vizcarra recibió la vacuna de Sinopharm, la exministra de Salud, Pilar Mazzetti, presentó su renuncia irrevocable al presidente Francisco Sagasti.
El jueves último, el Congreso citó a Mazzetti cuando se hizo público que Vizcarra fue parte de los ensayos clínicos de la Universidad Cayetano Heredia con el producto fabricado por el laboratorio chino Sinopharm, y que lo hizo en completa reserva. Por este hecho, Mazzetti recibió una avalancha de cuestionamientos, a pesar de que negó haber tenido conocimiento de lo que hizo Vizcarra.
El propio ex jefe del Estado ayer desde Moquegua desmintió que había comunicado a Mazzetti que el 2 y 29 de octubre del 2020 recibió dos dosis en la residencia de Palacio de Gobierno, por parte de una enfermera que es parte del equipo médico de pruebas clínicas al mando del facultativo Germán Málaga, de la Universidad Cayetano Heredia.
Vizcarra arguyó que la información sobre los voluntarios en la fase experimental no se reportó al Ministerio de Salud; por lo tanto, tampoco lo conocía la titular de la cartera, Pilar Mazzetti. El expresidente resaltó que no es responsabilidad de Pilar Mazzetti saber los nombres de los ciudadanos que participaron en la prueba de la vacuna china Sinopharm y fustigó a los congresistas que pretendían censurar a la exministra de Salud.
El documento que ayer comenzó a pasar de mano en mano en el Congreso dice: “El Congreso de la República acuerda censurar a la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, por ocultar información sobre las vacunas contra la Covid-19 referente al abuso de cargo que habría cometido el expresidente Martín Vizcarra, respecto a su proceso de vacunación tanto de él como su familia”.
Mazzetti había aclarado que no estaba al tanto de la decisión de Vizcarra: “A lo largo del tiempo que he trabajado en su gabinete hemos discutido muchísimos temas, pero no hemos discutido la posibilidad de que él se vacune y mucho menos me ha informado que se había vacunado”. Pero la moción atribuye, sin mencionar ninguna evidencia concreta, que Mazzetti sí estaba informada.
Papelito. Desde Moquegua, Vizcarra mostró documento que probaría que fue voluntario. Foto: difusión
Fuentes relacionadas con la exministra señalaron que resolvió dimitir para evitar la innecesaria humillación del Congreso que, en lugar de aunar esfuerzos para combatir la pandemia del nuevo coronavirus, impuso acciones para entorpecer las acciones del Ejecutivo para reducir el espantoso impacto mortal de la segunda ola de la enfermedad.
Mazzetti comentó a sus allegados que no solo se trataba de ella, sino también de evitar que se dañara el Gobierno, precisamente cuando avanza exitosamente la inmunización y este domingo arriba un nuevo lote de 700 mil dosis de las vacunas Sinopharm.
Al consumarse el golpe de Estado encabezado por Manuel Merino de Lama, Pilar Mazzetti quedó fuera del Ministerio de Salud. Merino le propuso continuar en el despacho del Minsa, debido a las cualidades que había manifestado en el manejo de la crisis de la pandemia, pero Mazzetti rechazó la oferta. Merino no olvidaría el desaire que fue público.
Con la designación de Francisco Sagasti como jefe del Estado en reemplazo de Merino, Mazzetti aceptó retornar al frente del Ministerio de Salud en un momento bastante complicado: la confirmación de la devastadora segunda ola de contagios del Covid-19. El Congreso no perdió la oportunidad de fustigar desde el principio la gestión de Mazzetti. Uno de los más notorios cuestionadores y críticos fue, precisamente, el golpista Manuel Merino, quien se cobraba el desplante que le hizo Mazzetti al no aceptar sumarse a su gobierno de facto.
Mazzetti fue nombrada jefa del Comando Covid-19 y luego reemplazó en el cargo al ministro Víctor Zamora, en el mes de julio del año que pasó, en pleno pico de la pandemia.
Al cierre de edición, se confirmó que reemplazará a Mazzetti Óscar Ugarte Ubilluz, quien fuera titular de Salud en el segundo gobierno de Alan García. También ha sido alto funcionario en EsSalud, como gerente central de Operaciones, en el año 2020.
Retorno. Óscar Ugarte Ubilluz reasume el Minsa en un momento crítico de la segunda ola. Foto: Virgilio Grajeda/La República
Mientras tanto, el exmandatario Martín Vizcarra volvió a desatar polémica al arribar a Moquegua y hacer referencia en conferencia de prensa sobre su participación como voluntario de las pruebas del prototipo de vacuna de la empresa china Sinopharm.
Mientras en el Congreso, en medio de intervenciones desaforadas y destempladas, se acusaba a Vizcarra de aprovecharse de su cargo como jefe del Estado, el candidato al Congreso por Somos Perú exhibió un documento que según él probaba que había sido voluntario como cualquier otro ciudadano.
Con el papel en la mano, dijo: “(Voluntarios), yo también estoy con ustedes, me sumo”, expresó.
De acuerdo con el razonamiento de Vizcarra, lo que recibió durante los ensayos clínicos no era necesariamente la vacuna de Sinopharm contra el Covid-19, con la que actualmente son inmunizados 300 mil peruanos.
“La vacuna (de Sinopharm) se aprobó el 31 de diciembre (del 2020), son ensayos experimentales. Lo que me ofrecí es ser voluntario”, afirmó.
Ante las insistentes preguntas sobre por qué mantuvo bajo reserva la información -una de las principales críticas que le hacen sus opositores-, respondió: “Cuando hay por lo menos 5 laboratorios compitiendo para tener la vacuna, tengo que guardar reserva para que todos hagan el esfuerzo y que no digan que yo, como ciudadano, a la vez presidente, podría estar... teniendo alguna predilección”.
El respiro que esperaban. Las primeras 300 mil dosis de la vacuna de Sinopharm arribaron anoche al Perú. El personal de UCI será el primero en recibirlas. Tendrán una recarga de energía. Foto: Sepres
Sin embargo, la contestación no fue satisfactoria, por lo que los periodistas insistieron sobre el por qué del secretismo. Vizcarra repitió que fue una decisión personal y que, en su momento, lo mencionó solo a dos o tres ministros que evaluaba ser voluntario en el ensayo clínico y que ellos le recomendaron no participar.
“Este no era un tema que tenía que tratarse en Consejo de Ministros, porque no es un tema de Estado”, apuntó.
A continuación, respecto a si miembros de su entorno en el despacho presidencial también fueron voluntarios, señaló que nadie.
Por añadidura, la Universidad Cayetano Heredia, a cargo de las pruebas clínicas de Sinopharm, en alusión a los reclamos del Congreso por el caso Vizcarra, mediante comunicado, informó que no es posible revelar la participación sobre un voluntario.
“Por un tema político, los ensayos no deben verse involucrados. Si el voluntario lo dice, es por voluntad, pero los científicos parte del estudio no van a incidir en eso. En este asunto no va a primar lo político”, explicaron a este diario fuentes de la universidad.
Además, fuentes ligadas al desarrollo de los estudios dijeron que es improbable que el exmandatario haya participado de las pruebas.
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