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Política

Ragi Burhum: “Existe el peligro de una segunda ola, y mientras más dejemos de cuidarnos más va a aumentar”

Entrevista al científico en computación, quien forma parte de OpenCovid-Perú, un grupo de investigadores que analizan datos sobre la pandemia.

El científico en computación Ragi Burhum cuestiona en esta entrevista que el Estado no publique los estudios de seroprevalencia para poder revisarlos y conocer en qué situación se encuentra el país de cara a enfrentar una posible segunda ola de contagios por la COVID-19. Advierte que ya hay regiones en donde se ven rebrotes.

El Minsa anunció ayer a través del viceministro de salud pública que el 39.3% de la población de Lima y Callao tiene anticuerpos para el COVID-19. Usted escribió al respecto que se gasta dinero en estos estudios que nadie puede corroborar. ¿El principal problema del manejo de la pandemia es la poca transparencia en la información para adoptar medidas?

Creo que lo que hay es una frustración de las personas y científicos en general que están fuera del Minsa. Hay bastantes estudios de seroprevalencia, con distintos porcentajes, y lo que vemos son solo las notas de prensa pero los estudios no son publicados. Y cuando eso ocurre, no puedes revisar metodologías ni el tipo de pruebas utilizadas. Siempre tenemos porcentajes pero ningún sustento de cómo se ha hecho. Tenemos que confiar.

Poco menos de 1.000 pacientes con COVID-19 reciben ventilación asistida en UCI. Foto: Antonio Melgarejo / La República

¿Y usted no confía mucho?

El tema es que durante toda la pandemia hemos visto distintos tipos de números que no encajan, como los fallecidos. Hasta el 11 de diciembre según el Minsa tenemos 36,544, según las Diresas 48,932. Es decir, hay una diferencia grande, aparte del Sinadef y el subregistro. Es algo constante. No es que estemos en una posición política de querer…

¿Fastidiar?

Fastidiar. Al fin y al cabo, lo que necesitamos es que las cosas se hagan transparentemente y no se está haciendo así. Lo de la seroprevalencia es problemático que no se publique.

Para entenderlo bien. ¿Ese 39,3% de personas con anticuerpos está muy alejado de la realidad, o simplemente no hay herramientas para poder saberlo?

No lo sé. Nadie más lo sabe porque (los estudios) no se están publicando. Lo que se puede ver es que en las curvas de muertes de Sinadef hay subidas y bajadas brutales en cada región, en diferentes momentos. Pero yo no sé qué tipos de pruebas se han usado, qué metodología, qué distribución.

Prefiere mantener el escepticismo.

Yo lo que quiero es que los estudios se publiquen. No entiendo cuál es el afán de mantenerlos en una carpeta o en la computadora de alguien.

El Gobierno de Jacinda Arden reaccionó rápido ante los primeros casos de coronavirus, cerró sus fronteras para controlar la epidemia y evitar casos importados. Foto: EFE

Las cifras que ustedes manejan en OpenCovid, que es un grupo de científicos y analistas, ¿sugieren la inminencia de una segunda ola, o prefiere ser más cauteloso?

Lo que estamos viendo son brotes en diferentes regiones. Hay que tener mucho cuidado cuando se dice que ya empezó la segunda ola y causar caos con eso, porque esa no es la intención, sino resaltar los lugares en donde puede haber problemas. En Piura, los casos positivos están bajando pero cuando miras el Sinadef los registros diarios de muertes van subiendo y tampoco hay camas UCI disponibles. Entonces no se puede decir que todo está bien. En otras zonas hay ligeros aumentos. Hay que mirar varios indicadores, no ver uno solo.

¿Cuál es su diagnóstico? ¿En qué situación nos encontramos?

Hay regiones como Loreto que están empezando a tener brotes. Debemos prestar atención a lo que está pasando y tal vez ya deberíamos de estar considerando diferentes estrategias en diferentes zonas para tratar de evitar entrar en la misma situación de antes.

¿Cómo cuarentenas focalizadas?

Cuarentenas focalizadas tal vez sí deberían estar consideradas, o por lo menos debería haber una reconsideración sobre las siguientes fases de reaperturas económicas en otras zonas. O se debería pensar en restricciones un poco más fuertes. Me refiero a lugares cerrados que no deberían estar reabriendo, o reducir aforos. Estamos aumentando aforos en todos lados, en zonas que no se debería.

Como centros comerciales.

Exactamente. Me parece un error no informar a las personas que existe el peligro de los rebrotes. Hay un alto porcentaje de la población que piensa que ya todo terminó, que todos los que se tuvieron que contagiar ya se contagiaron y que esto ya acabó. Y la realidad es que sí existe el peligro de una segunda ola y mientras más dejemos de cuidarnos más va a aumentar. Lo de los lugares cerrados con aforos grandes no lo teníamos tan claro en marzo, ahora sí en diciembre. Y tenemos que informar a las personas.

Tampoco sería un rebrote homogéneo.

Exactamente, como ocurrió con la primera ola. Es muy probable que suceda de la misma manera.

Hisopado. Expertos señalan que se debe aplicar más pruebas moleculares en los tamizados. Foto: Jorge Cerdán/La República

Farid Matuk, que fue parte del grupo de prospectiva, ha dicho que como nuestra primera ola fue muy fuerte, un tsunami según sus palabras, no habría una segunda, porque todo el que podía infectarse ya se infectó. ¿Qué piensa?

Pienso que lo que sucede en este caso es que nadie sabe exactamente qué va a pasar en el futuro. Es verdad lo que dice, que las primeras olas que tuvimos en cada región fueron masivas, eso lo sabemos todos. Y es verdad, también, de que eso da una alta probabilidad de que la segunda ola…

¿Sea más benigna?

No vaya a ser tan fuerte como la primera. Y allí es donde entran los estudios de seroprevalencia para saber dónde estamos. Me parece un poco irresponsable decir que no va a haber segunda ola. El señor Matuk tiene su propia definición de lo que es una ola, y si lo cuestionas te va a decir que “mi definición de ola es…”. Pero eso es muy peligroso. Les dices que no habrá segunda ola y habrá personas que se van a confiar.

Se relajan.

Y van a asumir que eso es verdad.

Quizás lo más razonable entonces sea decirle a la gente que sí habrá una segunda ola.

Lo razonable es decir que es probable que exista una segunda ola y que, por favor, no ayuden a contribuir con eso.

Cuando uno mira lo que ocurre en Europa cuesta creer que acá no volveremos a recaer a los niveles de meses atrás.

La pregunta central es: después de que acabaron las olas, ¿cuáles eran los porcentajes de seroprevalencia allá y cuáles los de acá? Por eso es que esos estudios son importantes. En cierta manera un estudio sobre Iquitos, si hubiera sido publicado con todos los datos internos, hubiese sido una contribución al mundo sobre qué significa ese nivel de contagios. Podría haber ayudado a un montón de cosas.

Usted me dio una entrevista en junio y me explicó que luego de correr unos modelos, en el peor de los casos le salían 220 mil muertos y, en el escenario “menos malo”, algo de 38 mil. Las cifras oficiales del Minsa hablan hasta ahora de unos 36 mil fallecidos. ¿Estas cifras que ve ahora son las que usted esperaba?

Las Diresas dan unos 48 mil. Y Sinadef alrededor de unos 88 mil, quitando muertes violentas. Si comparamos entre Minsa y Diresas, lo de estas últimas tiene más sentido. Pero todavía así, son números bajos.

Quizás sepamos el número real cuando todo esto pase.

No sé si vamos a poder llegar al número real de fallecidos. Va ser muy difícil si no imposible, pero al menos sí podríamos alcanzar un estimado. Esos 88 mil 200 (del Sinadef) es un estimado que anda cerca del número real.

El Ministerio de Salud ha confirmado alrededor de 35.000 decesos por COVID-19; sin embargo, se estima que la cifra real sería mayor, de acuerdo a los reportes del Sinadef. Foto: Michael Ramón / La República

Hasta el momento.

Hasta ayer (viernes).

En retrospectiva, ¿qué rescataría usted de la estrategia del Estado en la lucha contra la pandemia y qué le criticaría más?

Para la siguiente pandemia ya habrá un conocimiento mayor de qué es lo que hay que hacer. En los países asiáticos, el uso de máscaras era muy común. Cuando entremos en situaciones parecidas, usarlas ya será algo más aceptado socialmente y se va a entender mejor. Pero, insisto, esto no ha acabado y hemos tenido errores en logística, con las camas UCI, con el oxígeno, con las pruebas. Claro, usted me puede argumentar que al inicio teníamos X número de camas y ahora se han aumentado…

Lo cual es cierto.

Pero hoy en día el gran problema de logística que vamos a tener es el de la vacunación. Y la vacuna ya existe. Cuando hablamos la primera vez, la vacuna no existía. Yo recuerdo que hasta me burlaba un poquito cuando las personas decían que estaría lista en setiembre. Sin embargo, ya existe. Estamos concentrados en otros problemas políticos que siempre han existido y que deberían aguantarse dos o tres meses. Hay que entender que estamos en una situación crítica. Es posible hacer X,Y y Z para evitar una segunda ola mientras se diseña el plan logístico para las vacunas, pero actualmente estamos reabriendo la economía sin poner énfasis en esas dos cosas. En estos momentos lo veo como un error, y ojalá que no sea algo más grande y nos arrepintamos de esto en enero o febrero.

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