En un comunicado difundido anoche, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) dijo que para la licitación encargada por el Gobierno Regional de Moquegua en 2013, UNOPS elaboró un pliego de condiciones con requisitos razonables y neutrales, exigidos a todos los licitantes nacionales e internacionales de forma igualitaria, según normas y procedimientos que aplican a la UNOPS.
“Se implementó este proyecto con un estricto apego a los principios de transparencia, mejor valor por el dinero, integridad, imparcialidad y competencia efectiva, los cuales son los pilares fundamentales de las compras públicas”, precisó, y agregó que las evaluaciones son posteriormente revisadas por comités de expertos independientes en la sede regional de UNOPS en Panamá y su sede central en Dinamarca. “Ellos garantizan la idoneidad e imparcialidad del proceso, y dan su aprobación a estos procesos. Con la conformidad de estas instancias de la UNOPS, la Autoridad de Adquisiciones de UNOPS en Dinamarca es la que finalmente aprueba el resultado del proceso de selección”, se indicó.
En otras palabras, de acuerdo a esta versión, UNOPS no vio nada irregular en los procesos de licitación para la adjudicación del proyecto de irrigación de las Lomas de Ilo, y tampoco en el proyecto de habilitación del hospital de Moquegua.
Martín Vizcarra
Empero, en ambos casos, en los que intervino UNOPS, de acuerdo con los aspirantes a colaborador eficaz ante el equipo Lava Jato, supuestamente las empresas Obrainsa e ICCGSA hicieron pagos ilícitos para la adjudicación de ambas millonarias obras públicas.
UNOPS sostiene que en los procesos de licitación reservados no hubo intervención de ningún funcionario público y que los procesos fueron reservados.
El comunicado de UNOPS consigna además que el presupuesto inicial asignado a las obra es información pública y es parte de la ficha del proyecto, que es aprobado en diferentes instancias. “Como parte de su asistencia técnica en licitaciones y en el marco del proceso de evaluación de las ofertas, UNOPS realiza un análisis comparativo de precios a fin de verificar que los precios ofertados sean razonables. Esta evaluación financiera es necesaria para buscar un mejor valor por el dinero de los recursos público”, detalló.
Para UNOPS, este análisis es un proceso obligatorio cuando se han recibido menos de tres ofertas que cumplen los requisitos y no es el presupuesto inicial .
“En cuanto a la adjudicación del contrato, como en todos los convenios de encargo de licitación, UNOPS no adjudica un contrato ni es responsable de su implementación" -dice el comunicado-. Según las normas, en este proceso, UNOPS escogió y dio la recomendación y notificación oficial al Gobierno Regional de Moquegua de cuál fue el oferente ganador de la licitación; además comunicó el resultado del proceso de selección a las partes: a la empresa ganadora de la licitación y al Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (SEACE). Posteriormente, la contraparte (en este caso, el Gobierno Regional de Moquegua) adjudica y firma el contrato”.
UNOPS termina diciendo que, como parte de su asistencia al Gobierno Regional en la gestión de licitaciones internacionales, en dicho periodo hubo “reuniones de coordinación de los actos previos al proceso y de presentación de informes con representantes del Gobierno Regional de Moquegua, siempre siguiendo los estándares y procedimientos de UNOPS”.
Obrainsa. Foto: Obrainsa
Sin embargo, posteriormente a la adjudicación que hizo UNOPS, la Contraloría detectó irregularidades en la realización de la ejecución de las obras.
Y no solo en los casos del proyecto de irrigación de Lomas de Ilo y el hospital de Moquegua. La Contraloría reportó irregularidades en procesos de adjudicación realizados por UNOPS, como la adjudicación del proyecto del Museo Nacional del Perú en Lurín, en el mejoramiento del riego y generación hidroenergético de Alto Piura, y en el mejoramiento de la Av. Néstor Gambetta, en el Callao.
En la segunda mitad de la década pasada, diversas entidades estatales suscribieron contratos con UNOPS para que convocara y adjudicara obras públicas en aras de la transparencia.
Sin embargo, los funcionarios de UNOPS no estaban sujetos a las normas aplicadas a los funcionarios públicos.
Los procesos de licitación llevados a cabo por UNOPS se llevaron a cabo al margen de la Contraloría, porque los responsables de las licitaciones no eran funcionarios públicos.
UNOPS sostiene que su labor se limitó a adjudicar las obras públicas, y que dependía de las entidades contratantes que se cumpliera con la ejecución de las obras. UNOPS, en términos prácticos, no asumía responsabilidad por los resultados.
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