Por: Liliana Rojas y Henry Cotos
Frente a la crisis generada por la COVID–19 es necesario replantear las premisas del Acuerdo Nacional (AN), fue una de las conclusiones de la sesión 128 de este foro en la que participaron el presidente Martín Vizcarra y los integrantes de su gabinete ministerial liderado por Vicente Zeballos.
En la cita virtual, el AN se declaró en sesión permanente y al culminar el foro, el jefe del Estado destacó la presencia de los 18 miembros del acuerdo, entre ellos la Sociedad Nacional de Industrias, la Confiep, los partidos políticos con representación en el Congreso, representante de los decanos de colegios profesionales, la CGTP, la Conferencia Episcopal, la Coordinadora de Frentes Regionales, la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza y la plataforma agraria, entre otros.
Estuvieron presentes también los directivos de la Asamblea de Gobiernos Regionales y de la Asociación de Municipalidades del Perú.
El Acuerdo Nacional suscrito el 22 de julio del 2002 es el conjunto de políticas de Estado elaboradas y aprobadas sobre la base del diálogo y consenso, luego de un proceso de consultas a nivel nacional, con el fin de definir un rumbo para el desarrollo sostenible del país.
Los cuatro objetivos del acuerdo son: Fortalecimiento de la Democracia y Estado de Derecho; Equidad y Justicia Social; Competitividad del País y Estado Eficiente, Transparente y Descentralizado.
“Ha sido una reunión valiosa, pues son diferentes puntos de vista ante una misma realidad... después de más de tres horas, se escucharon propuestas y demandas, y lo importante será llegar a un consenso en medio de esa diversidad”, señaló el presidente Vizcarra.
Luego del encuentro virtual, en conferencia de prensa, el mandatario informó que como conclusión final se determinó mantener un grupo de trabajo de actividad permanente, donde el gobierno va a participar por intermedio de la PCM, para que las iniciativas no queden como propuestas, sino que se trabajen con documentos para enriquecer las decisiones que como gobierno se toman de manera permanente.
Explicó que ante la pandemia se analizaron las diferentes alternativas de tratamiento y semana a semana se fueron ajustando las medidas para atender a la población que exige asistencia tanto económica y también médica para los contagiados por la enfermedad.
“Esta es la reunión Nº 128, la reunión Nº 127 fue a fines del año pasado sobre el índice de desarrollo humano en el Perú. Concluimos que el índice era engañoso pues escondía las desigualdades que tenía el país, lo que ahora se ha puesto en evidencia”, manifestó.
El jefe del Estado sostuvo que para salir de esta situación se requiere decisión, firmeza y unidad de todos los peruanos pues no se trata de enfrentar solo una crisis sanitaria, sino también una crisis social y económica sin precedentes, cuyo efecto real en el Perú y el mundo, a futuro, no está dimensionado.
El jefe del gabinete ministerial, Vicente Zeballos, sostuvo que la situación excepcional que vive el país obliga a replantear las premisas que impulsaron el AN debido a que la pandemia ha evidenciado las debilidades que registra el país en sectores como salud, educación, programas sociales y descentralización.
“Es una oportunidad que tenemos que aprovechar para refundar nuestro país. Es necesario tocar las viejas estructuras para avizorar un escenario de estado diferente”, anotó el premier.
Zeballos destacó la importancia que el Gobierno le otorga al Acuerdo Nacional, considerando la necesidad de compatibilizar decisiones y el rumbo que se le puede dar al proceso del país ante la COVID-19.
La posición del premier Zeballos es compartida por organizaciones de la sociedad civil como Transparencia, que recientemente se pronunció indicando, precisamente, que a través del Acuerdo Nacional se podría llegar a consensos para reestructurar las bases de nuestra sociedad.
Tras reconocer la labor de Javier Iguíñiz, quien dejó su labor de secretario ejecutivo del AN, Zeballos saludó la presencia de Max Hernández en ese cargo. “Sabrá conducir el Acuerdo Nacional por un camino de solidaridad, justicia y de generar mejores entendimientos en la búsqueda de un país con justicia y oportunidades para todos los peruanos”, aseguró Zeballos.
Durante la sesión que duró más de tres horas, la mayoría de integrantes del foro del AN coincidió en la necesidad de impulsar, además de la reactivación de los sectores económicos, la demanda que va aumentando sobre la capacidad adquisitiva de los peruanos.
El gobernador regional de Cajamarca, Mesías Guevara, indicó que son correctas las medidas del gobierno como la entrega de bonos a las familias más vulnerables, pero señaló que es tas medidas son temporales y se deben gestar otras que posibiliten que los peruanos tengamos ingresos permanentes.
Cada uno de los 18 representantes del Acuerdo planteó sus demandas y expectativas sobre las medidas gubernamentales que serán implementadas en el marco de la crisis sanitaria.
Otros temas de consenso fueron que el gobierno asuma las 35 políticas de Estado trabajadas por el AN, dos de las cuales ya tienen consenso en el mismo Ejecutivo y en la sociedad civil como son: la reforma del sistema de salud y la asignación del 6% del PBI para el sector Educación.
En su breve alocución para dar paso a su sucesor, el economista Javier Iguíñiz coincidió con el premier en la necesidad de reformar cuanto antes el sistema de salud, cuya precariedad quedó otra vez en evidencia con la pandemia.
Sostuvo que son también urgentes los objetivos de asignar al sector Educación al 6% del Producto Bruto Interno (PBI) y lograr un mínimo de 18% en la recaudación tributaria, ambas metas emblemáticas del AN.
Iguíñiz destacó la voluntad permanente de los miembros del AN para llegar a consensos, lo que ha permitido que hasta el momento se hayan establecido 35 políticas públicas, las últimas sobre recursos hídricos, ordenamiento y gestión territorial, que son motivos constantes de conflictos sociales graves.
Fue entonces que recordó el importante rol que jugaron para forjar esta instancia de diálogo y de fortalecimiento de la democracia, a fines de los años 90, los exparlamentarios Gustavo Mohme Llona (fundador de La República) y Henry Pease, además del exalcalde de Lima Alfonso Barrantes Lingán.
El Acuerdo Nacional fue suscrito en el 2002, luego de la dictadura de los años noventa, teniendo como una de sus metas reconstruir y fortalecer la democracia con políticas que nacen del consenso de sus integrantes.
Iguíñiz lo resumió así: “El acuerdo nacional es ante todo un foro. La convocatoria es para escuchar y ser escuchado”.
El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, señaló que no se ha tenido en cuenta a los burgomaestres “para jugar un rol específico, por ejemplo, en los temas de reactivación económica”. Durante una reunión con el presidente Martín Vizcarra y representantes de la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) se habló sobre la importancia del manejo territorial, dijo Muñoz Wells.
“Somos gobiernos locales que estamos más cerca de la gente”, expresó. Y agregó que la conversación con Vizcarra fue un primer paso, pero que aún es necesario mantener el diálogo.
Por su lado, el alcalde de La Molina y presidente de la AMPE, Álvaro Paz de la Barra, dijo que se espera tener una reunión, antes del 11 de mayo, con distintos grupos de profesionales, como el Colegio Médico del Perú, para precisar qué acciones llevarán a cabo los distritos para hacerle frente al virus. También explicó que, debido a que los “municipios están al borde del colapso”, se requiere de recursos económicos.
Alvaro Paz de la Barra, presidente de la AMPE
“El AN es la oportunidad para que el Perú entre en una gran reforma del Estado. Es positivo y podría ser enriquecedor si se refunda para que sus lineamientos y políticas tengan efectos vinculantes”.
Carmela Sifuentes, vicepresidenta de la CGTP
“Son 35 políticas trabajadas por conocedores de la realidad, pero ningún gobierno las tomó en cuenta. Saludamos la decisión del presidente, pero la tomamos con reserva por sus medidas antilaborales”.
Mesías Guevara, gobernador de Cajamarca
“El AN ha sido y es bastante importante, pero debemos dar un paso más efectivo y que todo lo consensuado se haga realidad. Tenemos que hacerlo vinculante y que sirva para reorientar el rumbo del país”.