La ex primera dama Nadine Heredia consiguió impedir que la empresa Graña y Montero (GyM) fuera parte del consorcio que formaba con Odebrecht y que se adjudicó el proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP). Sin embargo, luego Heredia condicionó el retorno de GyM al consorcio si es que los directivos José Graña Miró Quesada y Hernando Graña Acuña cesaban las críticas del diario El Comercio hacia la pareja presidencia.
En su declaración como colaborador eficaz, José Graña dijo:
“Jorge Barata (representante de Odebrecht) indicó que Nadine Heredia le había dicho expresamente que GyM tenía que salir del consorcio. (Una vez que Odebrecht consiguió la adjudicación del gasoducto) Hernando Graña le pidió a Barata que se concretara el compromiso (de incorporar a GyM en el consorcio), pero siempre decía que Nadine Heredia seguía molesta y que había que esperar el momento oportuno. Estaba molesta con El Comercio, por eso (GyM) optó por esperar”.
Durante las negociaciones con sus socios de Odebrecht para reincorporarse al consorcio del gasoducto, José y Hernando Graña fueron testigos de que Jorge Barata lo consultaba todo con Nadine Heredia. Así lo dijo José Graña:
“Sé que Nadine Heredia tuvo una participación muy activa y directa en el proyecto, además tenía una estrecha relación con Jorge Barata. Más de una vez José Graña observó que la comunicación entre ambos era frecuente. Barata comentó a José Graña que en más de una oportunidad Nadine Heredia se había quejado por los artículos de El Comercio que criticaban al gobierno y le pedía a José Graña que hiciera algo. Cosa que no podía resolver porque los temas editoriales no se veían en el directorio”.
Sin embargo, Heredia insistió en su cuestionable propósito de interferir en la cobertura periodística de El Comercio. Así que Barata consiguió una reunión entre ambos. Dijo José Graña:
"Nadine Heredia lo recibió con 2 o 3 archivadores de palanca con recortes de artículos de El Comercio que supuestamente atacaban al gobierno. José Graña le explicó que él no podía hacer mucho porque los temas periodísticos eran responsabilidad del director y los accionistas o miembros del directorio no podían interferir en su independencia".
El mensaje de la exprimera dama era que cambiaría de actitud hacia El Comercio si cesaban las críticas. Llegó incluso a pretender cambiar los contenidos de la revista Cosas. Así lo relató:
“Barata llamó a José Graña urgente a su oficina, le dijo que tenía un encargo de Nadine Heredia y le mostró un mensaje de texto en el que ella le pedía que contacte a José Graña, porque había hecho unas declaraciones inadecuadas a la revista Cosas, mencionando críticas al primer ministro (César Villanueva) y ese artículo no podía salir. José Graña le dijo que no era nadie en Cosas, pero que conocía a la directora porque era casada con un primo suyo y que vería si podía hacer algo. A las pocas horas, José Graña se reunió con la directora de Cosas y le dijo que (...) (Heredia) había hecho declaraciones políticamente peligrosas, pero que ya no se podía hacer nada porque la revista ya estaba en la imprenta”.
La revista luego reconoció que recibió presiones de la ex primera dama. Lo único que consiguió Heredia fue que no se publicaran las fotos de sus hijos.
Es cierto. En su manifestación como colaborador eficaz, Hernando Graña Acuña ratificó lo dicho por su primo José Graña: Jorge Barata les dijo que Nadine Heredia pidió a Odebrecht sacar a GyM del consorcio hasta que El Comercio no cambiara de línea editorial. Pretendía que el diario cesara sus críticas.
Declaración de José Graña como colaboración eficaz sobre las presiones de Nadine Heredia sobre El Comercio.
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