El exprocurador anticorrupción Antonio Maldonado conversó con La República sobre la crisis que desató en el Ejecutivo la demanda de Odebrecht ante el CIADI. Desde su perspectiva, hay una escasez de coherencia entre el discurso del gobierno de lucha anticorrupción y la manera en que enfrenta el problema.
¿Cómo ve el desempeño del gobierno ante la demanda de Odebrecht? ¿Estuvo a la altura de las circunstancias?
Definitivamente, no. El Ejecutivo ha manejado esto de la peor manera. Según declaraciones de la exministra de Justicia y del presidente del Consejo de Ministros, todo termina siendo responsabilidad del exprocurador Ramírez, (para ellos) es él quien suscita un escenario de riesgo para el gobierno, y el gobierno sorprendido no sabe qué hacer. Y esta explicación yo la encuentro pobre, fuera de lugar, irresponsable.
¿Cuál ha sido el peor error del gobierno en ese contexto?
Lo que yo encuentro es un divorcio profundo entre el discurso, la voluntad expresada por el presidente Vizcarra de luchar contra la corrupción, y la realidad. Porque este discurso tendría coherencia si satisficiera la pregunta de cómo se va a luchar contra la corrupción. Es decir, no dudamos de la palabra del presidente, no dudamos de su compromiso ni de su voluntad: seguramente se acuesta diciendo que va a luchar contra la corrupción y se levanta diciendo lo mismo.
¿Qué le falta entonces?
Lo que se evidencia es que el señor presidente no tiene forma de darle cuerpo, de darle sustancia a ese propósito loable y legítimo (la lucha anticorrupción) a través de sus ministros, porque lo que hemos tenido es la actuación de una exministra (Ana Teresa Revilla) de una incompetencia enorme. No hay peor cosa que alguien que tiene una responsabilidad de Estado, y que se lava las manos.
¿Se equivocó Vizcarra en la elección de Revilla como ministra de Justicia? ¿Cómo ve a su sucesor?
Mira, la explicación de esta crisis de la renunciante ministra ha sido igual o peor a la que dio hace un tiempo cuando dijo que estaba celebrando Navidad (ignorando una pregunta sobre un caso de feminicidio). Espero que eso responda tu pregunta. Su reemplazante es más de lo mismo. Lo que está haciendo Vizcarra es promover a su segundo. Es un poco la misma línea de Ollanta Humala.
Por lo visto, no tiene fe en los nuevos ministros.
Así es, no tengo confianza en los cambios que se han realizado. Creo que será más de lo mismo. Flor Pablo era la mejor ministra del gabinete, y aunque Benavides ha tenido un papel importante en la Sunedu, no creo que ella debió salir.
¿Qué le deja todo esto?
Que el gobierno carece de una estrategia para enfrentar, en general, los temas de gran corrupción, que en este caso concreto aterrizan sobre la empresa Odebrecht. Que el presidente Vizcarra está perdido entre la realidad y su discurso.
Sobre el rol de Ramírez. ¿Tuvo alguna responsabilidad en esta crisis?
No, en absoluto. Él hizo todo dentro de sus facultades. Su mayor error fue no advertir el escenario adverso que había en el gobierno. Debió renunciar antes, cuando se evidenció que no tendría el respaldo del Ejecutivo, como terminó sucediendo.
Finalmente, ¿qué piensa de la designación de Silvana Carrión para este caso?
Yo tengo las mejores valoraciones, la mejor opinión de ella. Me parece muy solvente, técnica y moralmente.